Hoy, amado Señor, me recuerdas que desde el principio existe Jesús,
a quien fue dado todo poder y autoridad para estar en la tierra y conquistar
los corazones de todos tus hijos y cumplir la promesa de que ninguno se pierda.
Ha vencido con amor todo mal y al entregar su vida, me ha puesto delante de ti
para alcanzar misericordia.
Los testimonios acerca de los ángeles en la Sagrada Escritura no
dejan duda de la existencia de estos seres espirituales creados por Dios para
su servicio, pero también para el servicio de nosotros, los hombres.
Por ello, la Iglesia invoca a san Miguel Arcángel como fiel
defensor de los proyectos de Dios y para someter el ataque de Satanás sobre los
cristianos. Invoca a san Rafael Arcángel en las enfermedades y para proteger
las ciudades contra las grandes catástrofes.
Finalmente, invoca a san Gabriel Arcángel como el mensajero de
confianza de Dios por quien nos da a conocer sus proyectos salvíficos, y por
medio del cual nuestra respuesta llega a su presencia. No tengamos temor de
invocarlos y de solicitar su intercesión.
Gracias Señor por el regalo inmenso de mi ángel guardián, aquel que
acompaña todos los instantes de mi vida y me guarda de la tentacion;
gracias por este día y por la
oportunidad de encontrarme contigo en esta bendita Palabra que guardaré,
habiendo escuchado la voz de la misericordia en mi alma.
Amén.
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