Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

sábado, 31 de marzo de 2012

Santa María, Madre del Señor




Santa María, Madre del Señor, has permanecido fiel cuando los discípulos huyeron. Al igual que creíste cuando el ángel te anunció lo que parecía increíble –que serías la madre del Altísimo– también has creído en el momento de su mayor humillación. Por eso, en la Hora de la Cruz, en la hora de la noche más oscura del mundo, te has convertido en la Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia. Te rogamos que nos enseñes a creer y nos ayudes para que la fe nos impulse a servir y dar muestras de un amor que socorre y sabe compartir el sufrimiento.



 Fuente:mariamediadora.com

SEMILLITAS PARA EL CAMINO DE LA CUARESMA - DIA 39

Mirar a su cabeza.
Para comprender que, ser diferentes, nos traerá alguna espina de sufrimiento

 http://revistaecclesia.com/content/view/32970/1/

viernes, 30 de marzo de 2012

La cruz de cada día


No vivas recordando las cruces de tu pasado.
Algunos se pasan la vida recordando lo triste
que ha sido su vida, como si así cambiasen el pasado.
Esas cruces ya las has vivido, vive ahora
las del presente, así no tendrás que revivirlas mañana.
Porque las cruces que se aceptan con generosidad
se viven y se olvidan, no vuelven a doler más.

Tampoco vivas imaginando las cruces del mañana.
¿Sabes cuáles van a ser? Además, Dios
no te ha garantizado fuerzas para llevar las cruces
de hoy y las de mañana juntas. Dios da las fuerzas
necesarias para las cruces de cada día, para las de mañana,
tendrás que esperar a mañana. Vivir hoy las cruces del mañana 
es llevar exceso de peso hoy, y eso hay que pagarlo.

Vive las cruces reales, no las imaginarias.
Muchos tienen más cruces en la cabeza que sobre sus hombros.
Pero como no saben ver la luz, siempre se están imaginando
y soñando cosas. De las cruces de hoy podrás culpar a alguien.
De las cruces imaginarias, tú serás el único culpable.
¿No crees que ya son suficientes las cruces de verdad,
sin necesidad inventarte otras nuevas?

Las cruces son para ser llevadas a hombros, pero mejor
si las llevas en el corazón, te lo aseguro, las cruces cuando
se llevan con el corazón pesan mucho menos.
El corazón tiene más resistencias que tus hombros,
por muy forzudos que los tengas.

Algo importante: no soluciones el problema de tus cruces
echándolas encima de los hombros de los demás.
Las cruces se llevan o te llevan. Pero tus cruces sólo valen
para ti, no están hechas a medida de los demás.
Si estás de mal humor, ¿por qué tienen que pagar los demás?
Si estás con rabia y furioso porque las cosas te salieron mal,
¿qué culpa tienen los tuyos? Aguántate.

Ah, un consejo: las cruces no se miden ni se pesan.
¿Cómo sabes tú que tus cruces pesan menos que las del vecino?
¿Cómo sabes tú que las cruces de tu vecino son más llevaderas
que las tuyas? ¿Por qué él camina feliz bajo su peso?
Eso no es problema de la madera de la cruz que parece
más liviana, es que posiblemente él le ha puesto más ilusión,
más esperanza, más corazón.

Y otra cosa, no culpes a Dios de que te envió ésta o aquella cruz
y luego te pones a rezarle para que te la quite o cambie.
Porque eso es como decirle que se equivocó contigo y que se corrija.
Hay muchos que primero hacen a Dios culpable de sus cruces
y luego cuando le rezan, lo hacen dudando. ¿Me hará caso?
Bueno, si Dios me manda las cruces y luego me las quita
pareciera estar jugando conmigo. Y Dios es muy serio.

Clemente Sobrado C.P.
celebrandolavida.org

SIETE DOLORES

Esperas el cadáver de tu hijo
amortajado ya con sangre y agua,
envuelto en el temblor del mundo antiguo,
celado por el velo de la Alianza.

Tú aguardas aterida,
mientras cruzan tu mente las espadas
contemplando
su cabeza inclinada,
sus manos extendidas a la muerte
y su carne seráfica
macilenta,
y la orfandad del labio sin parábolas.

En tu glaciar exhaustas golondrinas
quieren abrir sus alas
y elevarse.
Mujer-Madre te ha hecho, tus entrañas
parirán con dolor al hombre nuevo
que nacerá mañana,
y tienes que vivir sobre la tierra
hasta que la semilla esté granada.

Desenclavan a tu hijo.
Presurosa te lanzas y le abrazas.
Su rigidez helada te conmueve,
te haces llama,
se subleva el volcán de tu dulzura
y el fuego por tus besos se derrama.

Apoyada tu frente en sus cabellos
gimes la última nana.
Un suspiro de incienso, un aleluya,
un inconsciente hosanna
se escapa por jirones del relámpago
que te abrasa.

José de Arimatea, con permiso
que Pilatos le dio sin pedir nada,
va a enterrar a tu hijo en su sepulcro,
compró una nueva sábana,
y Nicodemo trae una mixtura
de mirra y áloe, para la mortaja.

Con el cortejo fúnebre
te llevan a la tumba, una cueva cercana.
Su cuerpo yerto, exánime,
han vendado con fajas impregnadas
en la olorosa mezcla.

Respetuosos lo envuelven en la sábana.
Por la abertura baja y estrechísima
pasas de la antecámara
al lugar de su solitario lecho,
donde un banco de piedra frío y gris le esperaba.
Le tienden sobre él, su bello rostro
cubren con una tela fina y blanca,
el sudario.

Te vence el desconsuelo y te abalanzas
sintiéndote morir.
Te pesa el alma,
se aferra a la reliquia del amado,
en Él está tu casa. (Valdés)


Imagen:httpwww.doloresdelpuente.comcofradia_imagenes_n_s_dolores.htm

DOLOR SOBREHUMANO

Humanamente no se podía soportar tanta angustia. El Padre amoroso la tuvo que sostener en pie. Mientras su Hijo extenuado expiraba, su corazón inmaculado y amantísimo sangraba a chorros, sus manos impotentes para acariciarle, para aliviarle, se estremecían de dolor y de pena horrorosa y su alma dulcísima estaba más amarga que la de ninguna madre en el transcurrir de los siglos ha estado y estará. ¡Cuánto dolor, pobre Madre! ¡Qué parto de la iglesia tan doloroso y tan diferente de aquélla noche de Belén! Al fin, inclinó la cabeza y el Hijo expiró. Y nacimos nosotros. “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Por eso el Padre te exaltó a la derecha de tu Hijo asumpta en cuerpo y alma. Cuanto mayor fue tu dolor, más grande es tu victoria.

Padre Jesús Martí Ballester
 http://www.mariologia.org/solemnidadnuestrasenoradelosdolores11.htm

SEMILLITAS PARA EL CAMINO DE LA CUARESMA - DIA 38

Mirar a sus pies.
Para reflexionar si, nuestros caminos, son los caminos que el Señor quiere para nosotros.

 http://revistaecclesia.com/content/view/32970/1/

jueves, 29 de marzo de 2012

Quiero estar preparado

Entréname, Señor.
Quiero estar preparado, por Ti y contigo,
para que la dureza de la cruz no me sorprenda
y que lejos, de asustarme,
vea en ella un exponente y un altavoz de tu gloria.
Quiero mantenerme en forma,
para no perder el ritmo de la fe
y no se apague el brillo de mi esperanza.
Porque, temo que si Tú no vas conmigo,
el maligno aproveche cualquier fisura
y se adentre en lo más hondo de mis entrañas.

Entréname, Señor.
Quiero jugar contigo el gran partido de la Pascua;
ahora, con el color morado de la penitencia,
pero pronto, en la alborada de Resurrección,
con el color blanco del triunfo de la VIDA
Sí; Señor, quiero que en estos días
me enseñes a mirar hacia el cielo
me indiques como entregarme a mis hermanos
me recuerdes que,
en la sobriedad y no en la abundancia,
está la riqueza y la felicidad de mis años.

Entréname, Señor.
Y que pueda volver de los caminos equivocados
y que, postrándome ante Ti,
pueda decir sin temor ni vergüenza alguna:
he pecado, no merezco ser de los tuyos,
“trátame como a uno de tus jornaleros”
Necesito correr, Señor,
recuperar el estilo de un auténtico creyente
y hablarte, con oraciones que nacen en el silencio.
Escuchar palabras que sanan y salvan.
Corregir pautas y comportamientos,
actitudes y olvidos
que me alejaron de Ti hace tiempo.

Entréname, Señor.
Y, haz que esta Santa Cuaresma,
sea una oportunidad para acercarme a todo ello.
Amén.

P. Javier Leoz
celebrandolavida.org

LOS DOLORES DE MARIA EN LA TRADICION DE LA IGLESIA

                                                                www.rafaes.commater-Martes-dolores-santa-cruz.htm

"Marchesse, en su “Diario de María”, refiere una antigua tradición según la cual esta devoción comenzó en los tiempos apostólicos. Pocos años después, dice, de la muerte de María, cuando San Juan seguía llorándola, plugo a Nuestro Señor manifestársele acompañado de su Madre. Los Dolores de María y sus frecuentes visitas a los Santos Lugares de Pasión, era motivo continuo de las meditaciones del Evangelista, como quien había sido quince años hijo-custodio de la Madre de Jesús, a la cual oyó que, como pago de aquel fiel recuerdo, había solicitado de su Hijo una gracia especial en favor de cuan­tos con igual fidelidad conmemorasen los dolores sufridos por ella. Nuestro Señor accedió a la petición de su Madre, otorgando cuatro gracias especiales a los que practicasen esta devoción, a saber, alcanzar, algún tiempo antes de morir, perfecta contrición de todos sus pecados; una especial asis­tencia a la hora de la muerte; grabar profundamente en su espíritu los misterios de la Pasión, y una eficacia especial de cuanto en su recuerdo se pidiese María. En el séptimo libro de sus Revelaciones, refiere Santa Brígida que en Santa María la Mayor, en Roma, se le manifestó el inmenso aprecio que en el cielo se hacía de los dolores de la Santísima Virgen. A la Beata Benvenuta, religiosa dominica, le fue concedida la gracia de sentir en su alma el dolor que tuvo Nuestra Señora durante los tres días que creyó perdido al Niño Jesús. De la Beata Verónica de Binasco, refieren los Bolandistas que Nuestro Señor le dijo que las lágrimas derramadas por los do­lores de su Madre le eran más agradables que las derramadas por su Pasión. 

En su Historia de los Servitas, refiere Gianio que, elegido Inocencio IV Papa, miró con cierta prevención aquel Instituto, recién fundado por entonces junto a Florencia. Deseoso de proceder con toda circunspección en el asunto, encargó examinarlo a San Pedro Mártir, religioso dominico, el cual, durante su tarea, tuvo una visión: En la cima de una montaña elevada, florida y bañada de viva luz, se le apareció la Madre de Dios en un trono y rodeada de ángeles que ofrecían guirnaldas de flores, y siete azucenas de singular blancura que la Santísima Virgen estre­chó un momento en su pecho, tejiéndolas luego como corona y ciñéndosela a su cabeza. Estas siete azucenas, según la interpretación de San Pedro Mártir, figuraban los siete fundadores de la Orden de los Servitas, a quienes la misma Santísima Virgen había inspirado la idea de crear un Instituto nuevo para el culto de los dolores por ella sufridos en la pasión y muerte de Jesús. Un día que Santa Catalina de Bolonia lloraba meditando los dolores de la Santísima Virgen, vio de pronto a su lado dos ángeles que lloraban con ella. Todo un libro voluminoso pudiera llenarse con la historia de visiones y revelaciones relativas a los dolores de María: quien busque documentación copiosa la encontrará en el Diario de María del oratoriano Marchesse, y en el Martirio del Corazón de María, del jesuita Sinischalchi.


Padre Jesús Martí Ballester
 http://www.mariologia.org/solemnidadnuestrasenoradelosdolores11.htm

SEMILLITAS PARA EL CAMINO DE LA CUARESMA - DIA 37

Mirar a sus labios.
Para que siempre defendamos la causa de los hijos de Dios.

 http://revistaecclesia.com/content/view/32970/1/
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