Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

viernes, 31 de marzo de 2023

¡Cree en el Hijo de Dios!


Cree en el Hijo de Dios, el solo y único, nuestro Señor Jesucristo, el engendrado Dios de Dios, el engendrado vida de vida, el engendrado luz de luz, el semejante en todo al que lo ha engendrado. El que no adquirió el ser en el tiempo, sino que antes de todos los siglos, eternamente y sin falla ha sido engendrado del Padre, sabiduría de Dios, poder y justicia. Él se sienta a la derecha del Padre, antes de todos los siglos.
No es después de su Pasión, como a veces se ha creído, que fue coronado por Dios a causa de su paciencia y recibió el trono a la derecha del Padre. Posee la dignidad real desde que existe -engendrado de toda eternidad- y está sentado con su Padre, ya que es sabiduría y fuerza, ejerciendo la realeza con su Padre y autor de todas las cosas por el Padre.
Nada falta a su dignidad para que sea divina, conoce al que lo engendró cómo es conocido por el que lo engendró. Acuérdate de lo que está escrito en el Evangelio: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27).
 
San Cirilo de Jerusalén (313-350)
obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal n°4,7 (Les catéchèses, coll. Les Pères dans la foi n° 53-54, Migne, 1993), trad.sc©evangelizo.org


miércoles, 29 de marzo de 2023

San José

Oh glorioso Patriarca, San José, a Vos vengo para veneraros de corazón como al más fiel esposo de la madre de Dios, como cabeza de la familia más santa, como padre nutricio del Hijo de Dios, y como el leal depositario de los tesoros de la Santísima Trinidad.

En vuestra persona honro la elección del Padre que quiso compartir con Vos la autoridad sobre su Unigénito Hijo; venero la elección del Hijo divino quien quería obedeceros y recibir su sustento ganado por el trabajo de vuestras manos; la elección del Espíritu Santo, quien os confió su castísima esposa.


 

Os ensalzo porque habéis llevado en vuestras manos al Niño Dios, estrechándole a vuestro pecho, transportado de alegría.

 

 

 

martes, 28 de marzo de 2023

Jesús, el Hijo de Dios, descendió del cielo para llevarnos al cielo, a la altura de Dios por el camino del amor.

El evangelista se asombra  reconociendo  en la cruz el resplandor del amor, la luz de la entrega de donde brota la resurrección. No nos opongamos a este misterio de  comunión y vida. La sabiduría que  nos da Dios no es la sabiduría de este mundo. Es la sabiduría que va poco a poco transformando nuestra vida y nos hace cantar: en el está   nuestra salvación, nuestra gloria para siempre.

Dominicos

sábado, 25 de marzo de 2023

Sábado de MARÍA

 

"Estaba María santa
Contemplando las grandezas
De la que de Dios sería
Madre santa y Virgen bella
El libro en la mano hermosa,
Que escribieron los profetas,
Cuanto dicen de la Virgen
 
¡Oh qué bien que lo contempla!
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.
 
Bajó del cielo un arcángel,
Y haciéndole reverencia,
Dios te salve, le decía,
María, de gracia llena.
Admirada está la Virgen
Cuando al Sí de su respuesta
Tomó el Verbo carne humana,
Y salió el sol de la estrella.
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella."
 
Autor del poema: Don Lope de Vega.
 

SALVE!...

¡Salve, tú, en la que Dios encontró su complacencia!
¡Salve, Hija Generosa, Gloriosa, Inmaculada!
¡Pupila de castidad, sustancia de santidad, Placer de Dios!
En ti se derramó la efusión celeste
Con la que el Verbo soberano revistió la carne, en ti.
Lis resplandeciente que Dios admiraba más que a otra criatura,
Tú, la más bella y dulce, tú, en la que Dios encontró su complacencia
Cuando puso en ti todo el ardor de su calor
Para que, de ti, Su Hijo gustara la leche materna.
Tu seno fue entonces pleno de alegría,
Toda la sinfonía celeste resonó en ti.
Virgen, tú portabas al Hijo de Dios y tu pureza fue magnificada en Dios.
Tus entrañas se regocijaron
Como hierba inundada de rocío, recibiendo de él su verdor.
¡Así advino en tu seno, Madre de toda alegría!
¡Que la Iglesia resplandezca de alegría y resuene en armonía
Cantando a la tan dulce Virgen, Madre admirable, la Madre de Dios! 

Amén.

 

  Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179)
abadesa benedictina y doctora de la Iglesia
Oraciones de Hildegarde (in “Hildegarde de Bingen, Prophète et docteur pour le troisième millénaire”, Béatitudes, 2012), trad.sc©evangelizo.org


 

jueves, 23 de marzo de 2023

¡Oh buen Jesús, óyeme!

Claro, Tú siempre lo haces, aunque no te lo implore.

Estás siempre atento a mi súplica y a mi agradecimiento.

Conoces mis necesidades, mis carencias y mis fallas. También conoces mis dones, mis aciertos y mis luces.

Oyes mi voz entre todas las que se alzan hacia ti, porque me conoces y me amas en lo individual. Me oyes con amor y compasión ya que conoces mis afanes.

Siempre me oyes, aunque me sienta solo y crea que mis palabras se las lleva el viento. Oyes mi voz por encima del incesante ruido frenético de mi vida apurada. Me oyes aunque mis peticiones, cuestionamientos, dudas y reclamos sean más frecuentes que mis agradecimientos. Me oyes incluso cuando la opresión de la injusticia dificulta la salida de mi voz. Oyes mi llanto ante la tragedia y la desigualdad que sembramos en el mundo.

Quiero aprender a escuchar como Tú.

Quiero aprender a escuchar a mi prójimo. A no gritar por encima de sus palabras, ni ahogar su voz con mis prejuicios y mis pendientes. Quiero aprender a oír sus palabras con solidaridad, compromiso y encuentro.

Quiero aprender a escuchar como Tú.

Quiero aprender a escucharme y estar atento a mis palabras. Que sean siempre de aliento y consuelo. Que lo que oiga salir de mi boca no cause dolor. Que no sean palabras de desánimo o calumnia que separen.

Jesús, soy yo quien necesita oírse, quien necesita escucharse, ya que Tú siempre lo haces.



Frederick Armstrong  

 https://pastoralsj.org/creer/3759-oh-buen-jesus-oyeme

¡Ser testigos de la verdad!

Muy reverendo y muy querido Padre en Cristo, el manso Jesús, yo, Catalina, servidora y esclava de servidores de Jesucristo, le escribo en su preciosa sangre, con el deseo de verlo amar sinceramente la dulce verdad. (…) Es en su sangre que conocemos la verdad a la luz de la santísima Fe, que ilumina el ojo de la inteligencia. Entonces el alma se abrasa y se alimenta con el amor de esta verdad. Por amor a la verdad, ella preferiría la muerte al olvido de la verdad.

El alma no calla la verdad cuando es tiempo de hablar, no teme a los hombres del mundo. No teme perder la vida porque está dispuesta a darla por amor a la verdad. Sólo teme a Dios. La verdad reprende fuertemente, porque tiene por compañera a la santa justicia, que es una perla preciosa que debe brillar en toda criatura con uso de razón. (…) La verdad calla cuando es tiempo de callar. Al callar, grita con la paciencia ya que no ignora sino que discierne y conoce dónde se encuentra el honor de Dios y la salvación de las almas. ¡Oh muy amado Padre, apasiónese por esta verdad! (…)

Le pido, por amor de Jesús crucificado y su suave sangre esparcida con tanto ardor, devenir el esposo de la verdad, con el fin de cumplir en usted la voluntad de Dios y el deseo de mi alma, que desea verlo morir por la verdad. Finalmente, permanezca en la santa y tierna caridad de Dios. Manso Jesús, Jesús amor.

 

  Santa Catalina de Siena (1347-1380)
terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa
Carta 25, al cardenal Pedro de Lune (Lettres, Téqui, 1976), trad.sc©evangelizo.org

miércoles, 22 de marzo de 2023

María y José conversan sobre el secreto que los une

Después del mensaje liberador del ángel a José, este seguramente corrió y llamó a la puerta de María con el corazón agitado. En su intenso y silencioso intercambio de miradas, María comprendió de inmediato que José ¡por fin lo sabía! José pudo contarle su sufrimiento, su alegría; probablemente también le pidió perdón por haber dudado de ella, aunque fuera solo por un momento.

María pudo confiarle a José su lucha dolorosa durante todo ese tiempo cuando lo vio sufrir y no podía decirle nada, cuando ella también nunca dejó de orar, para superar esa prueba, cuando trataba de ocultar su maternidad, tanto como fuera posible, cada día un poco más visible, para quienes la rodeaban.

María y José hablan del secreto que los une, de sus brazos que pronto cargarán al Salvador, ese niño que será su hijo y los llamará papá y mamá... Qué emoción, qué profundidad divina en este intercambio entre María y José en esta hora bendita donde el Señor envía a los esposos la sobreabundancia de su consolación, su paz y su alegría. La Escritura nada nos dice de los cánticos de acción de gracias que se elevaron durante mucho tiempo desde sus corazones unidos, pero ciertamente brotaron con fuerza.

José prevé su nueva misión: ser a los ojos del mundo el padre (putativo) del niño que María está gestando (¿fue fácil?). Y hará todo lo posible por organizar muy rápidamente la comida festiva que precede al momento en que, después de decirle a María ante los amigos reunidos "tú eres mi esposa según la ley de Moisés" él "llevará a María a su casa", segunda etapa de la celebración del matrimonio según la tradición judía.

¿En qué mes de embarazo estaba María entonces? ¿Alrededor del sexto mes? Sea como fuere, a falta de haber respetado el período de 9 a 12 meses que separa las dos etapas del matrimonio, uno puede asumir fácilmente los chismes. ¿Era sencillo para María y José soportar en silencio las calumnias que tocaban a lo más íntimo de su entrega total al Señor? Esto puede haber alimentado la idea negativa sobre Nazaret: «¿Puede salir algo bueno de Nazaret?».

Jacques de la Bastide

Extractos de Regard sur les épreuves de Marie et de Joseph durant les 24 premiers mois où ils se sont connus (“Mirada a las pruebas de María y José durante los primeros 24 meses en que se conocieron”).  

 unminutoconmaría


 

lunes, 20 de marzo de 2023

Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

Lucas 2:41-51a

Reflexión sobre el cuadro

Hoy celebramos la solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María. José se puso al servicio del plan de salvación de Dios. Es curioso cómo el arte cristiano ha tendido a presentar a José como un anciano, más parecido al abuelo de Jesús que a su padre. Sin embargo, es José quien habría enseñado a Jesús a caminar, cogiéndole de la mano. Más tarde, le enseñaría a cortar madera y le enseñaría otras técnicas de carpintería. Por eso me atraen más las representaciones de San José como un hombre activo, vigoroso y dinámico.

Uno de estos cuadros es esta escena de la Sagrada Familia en el taller del carpintero. Vemos a San José trabajando activamente, cortando madera y enseñando a Jesús, que sostiene una vela. El joven Jesús mira cariñosamente a su padre, mientras San José se concentra en el trabajo. El lienzo está iluminado por una única linterna encendida con una vela, lo que recuerda mucho el estilo de Caravaggio. De hecho, Honthorst estudió de cerca las obras de Caravaggio durante sus viajes por Italia entre 1612 y 1620. Aquí representa a María, vestida con sus simbólicos ropajes rojos, extendiendo la mano para ayudar al joven Jesús a sostener la linterna en alto para que José pueda ver para tallar. La destreza de Honthorst en el uso de la luz se nota en su habilidad para concentrar primero la luz más intensa en los brazos de Cristo y José y luego difuminar sutilmente el haz a medida que se aleja de la fuente luminosa hacia la madera, que queda bañada por una luz mucho más suave.

San José, ruega por nosotros.

by Patrick van der Vorst

La Sagrada Familia en la carpintería,
Pintado por Gerrit van Honthorst (1592-1656),
Pintado hacia 1640,
Óleo sobre lienzo
© M & G en la Universidad Bob Jones, Greenville, Carolina del Sur

 

La primacía de la vida interior de San José

El clima de silencio que acompaña todo lo que se refiere a San José se extiende también a su trabajo como carpintero en la casa de Nazaret. Con todo, es un silencio que revela de una manera especial el perfil interior de esta figura. Los evangelios hablan exclusivamente de lo que “hizo” José. Pero dan pie para descubrir en sus acciones, envueltas en silencio, un clima de profunda contemplación. José estaba en contacto diario con el misterio “escondido desde siglos” (cf Col 1,26) y que “plantó su tienda” (Jn 1,14) bajo el techo de José. Esto explica porqué, p. e. Santa Teresa de Jesús, la gran reformadora del Carmelo contemplativo, fue una promotora de la renovación del culto a San José en la cristiandad occidental.
 
El sacrificio absoluto de José de toda su existencia a las exigencias de la venida del Mesías en su casa, encuentra su justo motivo “en la insondable vida interior, de donde le vienen las órdenes y las ayudas del todo particulares y de donde emanan para él la lógico y la fuerza, propias de las almas simples y transparentes, de las grandes decisiones, como la de poner a disposición divina su libertad, su vocación humana legítima, su felicidad conyugal, aceptando la condición, la responsabilidad y la carga de la familia, renunciando, en aras de un amor virginal incomparable, al amor conyugal natural que constituye a la familia y la alimenta” (Pablo VI).
 
Esta sumisión a Dios que es prontitud de la voluntad para consagrarse del todo al servicio de Dios, no es otra cosa que el ejercicio de la devoción que constituye una de las expresiones de la virtud de la religión, según Santo Tomás.

 

San Juan Pablo II (1920-2005)
papa
Redemptoris custos, 25-26.evangelizo.org
 

 

SAN JOSÉ

“José, su esposo, como era justo….” 

“José, el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.”

Bastarían estas alabanzas, ¡oh, buen José!, para que rindiéramos nuestras almas a tu paternal protección, para que cualquier corazón sediento de amor y consuelo encontrara, al escuchar tu nombre, ese deseado cobijo.

Déjame, José, que desgrane tu nombre para, así, saborear y recrearme en tu poderosa protección.

J: justo.

Y por “justo” se entiende el que es digno de Dios, el que es grato a sus ojos. Tú, José, fuiste alzado a los primeros puestos, junto al trono de Dios, para que Él, al verte, se recreara en tu creación.

O: obediente.

No tenías tiempo para pensar en ti mismo, solo lo tenías para Dios, es decir, para ponerte al servicio de María y de Jesús. Tu obediencia es reflejo de esos corazones fuertes, capaces de sobreponerse a sí mismos y rendirse a la voluntad de Dios.

S: silencio.

Sí, son esas omisiones las que te ensalzan; son esas obras, desnudas de palabras y llenas de amor, las que hacen de ti ejemplo de una entrega que solo puede impulsar un amor puro y limpio.

É: esposo.

No podía faltar ese don con el que fuiste coronado, porque es un don el ser elegido como el hombre que cuidara y amara a la Madre de Dios.

Esposo casto, entregado, sumiso al bien de esa familia que el Señor puso en tus manos.

José, no puedo evitar al invocarte, que en mi alma y corazón brote una emocionada lágrima y un mar de ternura, no puedo evitar que al rezarte, mire con infinita gratitud al Cielo y verte en la santa compañía de María y del Niño Jesús.

San José, ¿quién tiene privilegio semejante al de que María te llame esposo y Jesús te llame padre?

San José, mi padre y señor, ruega por nosotros.

Abel De Miguel Sáenz



domingo, 19 de marzo de 2023

SAN JOSÉ

A Ti te confío 

mi alma

los sueños que guardo en ella 

y todo lo que con paciencia

te confié como tesoro del corazón. 

Guárdame como tu hijo,

tómame con delicadeza de la mano

así como un día tuviste a Jesús Niño

y dame consejo en los caminos

y prudencia al obrar.

Hazme ser dócil a la Voluntad de Dios

y no permitas que jamás me

separe de Él.

Guárdame,

rígeme con infinita ternura, como fuiste con Jesús.

Enséñame a amar a María y a Jesús como los Tesoros de mi Vida y esperanza de Eternidad.

Hoy y siempre...glorioso San José, 

te confío mi camino al Cielo.

Amén


Autor :Feyuk Teresita




sábado, 18 de marzo de 2023

Sábado de MARÍA

Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros, discípula de Jesús.

"Quedose prendado de su belleza,
enamorado de su debilidad,
y no pudo sino amarla.
Con toque delicado dejó su huella impresa,
y no pudo más que amarla, y grabó su sello
en lo más íntimo
de su propia intimidad,
consagrándola para Él.
Y nunca pudo olvidarla.
Y cuando el alma quiso huir de su Hacedor,
de sus brazos no pudo
escaparse,
pues ya estaba enamorada.
 
Oh, Dios mío, dime qué clase
de hechizo me tienes,
que aunque quiera,
siento no puedo dejar este fuego de amor
tan dulce, a la vez que duele,
cálido aroma de sufrimiento.
 
Explícame qué hay en mi adentro,
que tan alto beneficio
entender no consigo.
 
Y esta sed que me devora
cuando no te siento a mi lado,
me grita que soy solo tuya,
que me has creado para Ti."
 
 
Canción: "quedose prendado", interpretada por la hermana Clare Crockett.
María Santísima del Dulce Nombre (Málaga).
 

 

El recaudador de impuestos, no el fariseo, se fue a casa justificado

Lucas 18:9-14
Reflexión sobre la reserva rococó

La forma en que rezamos puede decir mucho sobre el tipo de persona que somos. La breve parábola de hoy cuenta la historia de dos hombres que fueron a orar al templo. La oración del fariseo era una oración de acción de gracias. Daba gracias a Dios por la forma en que vivía su vida, y reconocía que Dios era la fuente de toda la bondad que experimentaba. No hay nada malo en esa oración. Sin embargo, el fariseo cometió un error fatal. Al orar, juzgó a otro adorador. Dio gracias a Dios por no ser un pecador como el recaudador de impuestos. Despreció al recaudador de impuestos. Su oración mostraba amor a Dios, pero carecía de amor por su prójimo. La oración del recaudador de impuestos era más corta: una oración de petición en la que reconocía que era un pecador y pedía misericordia a Dios. Se juzgaba a sí mismo y a nadie más.

Jesús declara que fue la oración del recaudador de impuestos la que fue aceptable a Dios y el que se fue a casa en paz con Dios. La parábola nos recuerda que, cuando nos presentamos ante el Señor en oración, no podemos menospreciar a los demás comparándonos con ellos. Pero también funciona a la inversa: nunca debemos sentir que nuestras oraciones valen menos que las de otras personas. Cualquiera que sea la forma de nuestra oración, todos somos iguales a los ojos de Dios.

Nuestra obra es un detalle del estuco pintado de la basílica de Ottobeuren, una de las iglesias cumbres del rococó alemán en Baviera. Vemos a un fariseo lujosamente vestido que está a punto de recibir una pluma azul del diablo, que aparece detrás de él. El recaudador de impuestos aparece arrepentido. También se representan las dos tablas de piedra de Moisés. El fariseo no cumplió lo que Jesús llamó el segundo gran mandamiento: amar al prójimo como a uno mismo. Al hacerlo, no cumplió el primer mandamiento: amar a Dios con todo su ser....

by Patrick van der Vorst
 

El fariseo y el publicano,
Detalle en el Basílica de Ottobeuren,
Mediados del siglo XVIII,
Óleo, fresco y estuco
Licencia múltiple con GFDL y Creative Commons
 
 https://christian.art/




viernes, 17 de marzo de 2023

REFELEXIÓN

 «En cada persona herida por el odio y la violencia, o marginada por el egoísmo y la indiferencia, Cristo sigue sufriendo y muriendo. En los rostros de los «derrotados en la vida» se dibujan las facciones del rostro de Cristo que muere en la cruz». 

San Juan Pablo II.

 A.E.G.


 

miércoles, 15 de marzo de 2023

Oración

 Padre,

me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras,

Sea lo que sea, te doy gracias.

Estoy dispuesto a todo,

lo acepto todo,

con tal que tu voluntad se cumpla en mí

y en todas tus criaturas.

No deseo más, Padre.

Te confío mi alma,

te la doy con todo mi amor.

Porque te amo

y necesito darme a Ti,

ponerme en tus manos,

sin limitación, sin medida,

con una confianza infinita,

porque Tú eres mi Padre.


Beato Charles de Foucauld




Para que se cumplan las Escrituras hasta la última letra

 (Jn 19,28)

“No he venido a abolir la Ley, sino a darle plenitud”… En efecto, en aquel tiempo el Señor ejerció todo su poder para que en su persona se cumplieran todos los misterios que la Ley anunciaba refiriéndose a él. Porque en su Pasión llevo a término todas las profecías. Cuando, según la profecía del bienaventurado David (Sl 68,22), se le ofreció una esponja empapada en vinagre para calmar su sed, la aceptó diciendo: “Todo se ha cumplido”. Después, inclinando la cabeza, entregó el espíritu (Jn 19,30).
 
Jesús, no sólo realizó personalmente lo que había dicho, sino que llegó a confiarnos sus mandatos, para que los practicáramos. Aunque los antiguos no habían podido observar los mandamientos más elementales de la Ley (Hch 15,10), a nosotros nos prescribió de guardar los más difíciles gracias a la gracia y del poder que vienen de la cruz.
 
 
 
Epifanio de Bénévent (siglos V – VI)
obispo
Comentario sobre los cuatro evangelios, PLS 3, 852.evangelizo.org

martes, 14 de marzo de 2023

Para ser perdonado, debes perdonar

Mateo 18:21-35

Reflexión sobre la escultura
 
Perdonar es algo más que condonar. Perdonar es más que olvidar. Perdonar es más que excusar. Perdonar es más que minimizar nuestro dolor. Perdonar es más que reprimir la ira. Perdonar es algo más que ignorar una fechoría. El perdón es más que el olvido... Perdonar a nuestros hermanos y hermanas significa que abandonamos el resentimiento, renunciando a cualquier pretensión de ser compensados por el daño o la pérdida que hemos sufrido, y amamos activamente a la persona que nos hizo daño.
 
El número 2844 del Catecismo de la Iglesia Católica lo dice muy bien: El perdón es el punto culminante de la oración cristiana". Una frase breve, pero muy poderosa, sobre la que merece la pena reflexionar un poco.
 
La obra de hoy no es una fotografía, sino una escultura realizada con arcilla polimérica, cristales y plantas. La artista, Svetlana, trabaja en solitario y realiza estas esculturas combinando naturaleza, química y composiciones fantásticas. Vemos un corazón endurecido. No es rojo, sino casi blanco, blanco piedra. Titulada "Perdón", la escultura evoca lo que ocurre cuando perdonamos: nuevos brotes de crecimiento comienzan a surgir en nuestros corazones, nuevas cosas florecen... una nueva primavera llegará a nosotros.
 
by Patrick van der Vorst
El perdón,
Esculpido por Svetlana,
Ejecutado en 2022,
Arcilla polimérica y procesos de cristalización
© Sveletana / Handmadehome
 

lunes, 13 de marzo de 2023

Almas del purgatorio

 

 

Madre, te entrego mis frutos de santidad alcanzados durante toda esta semana, para que intercedas con tu hijo y libere tantas almas en el purgatorio como frutos haya yo alcanzado. Confío en la inagotable Misericordia de tu hijo

domingo, 12 de marzo de 2023

SÉPTIMO DOMINGO DE SAN JOSÉ

DOLOR:

_Le estuvieron buscando entre los parientes y conocidos, y al no hallarle, volvieron a Jerusalén en su busca_ (Lc 2, 44-45). 
 
Aunque ni tu alma ni tu corazón lo habían hecho, tus ojos perdieron, de vista, a Dios, y en almas tan excelsas, como la tuya y la de María, no cabía mayor dolor. 
 
El Hijo encomendado se había extraviado; cualquiera hubiéramos pensado que a Dios le habíamos fallado, pero era tal tu amor, ¡oh, José!, que no tuviste tiempo para pensar en ti mismo.El hijo perdido, el sufrimiento de su Madre y el tuyo eran suficientes dolores para forjar, en tu alma y corazón, una poderosa cruz. 
 
GOZO
 
_Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas_ (Lc 2,46). 
 
Y una vez más, tu hermosa alma superó la prueba del dolor, un dolor que se rindió a la felicidad cuando tus ojos se reencontraron con el Niño Dios, cuando viste que las lágrimas de María eran, entonces, de felicidad.
 
Si nuestro corazón es tan pequeño que es capaz de sonreír cuando encuentra algo que en este mundo ha perdido, ¡cuál será la felicidad de quien habiendo perdido a Dios, lo encuentra! 
 
Quiero pensar, san José, que tu pecho era el mismo Cielo cuando viste, entre los doctores, a tu hijo y sentiste que en el corazón de María se había borrado el dolor. 
 

sábado, 11 de marzo de 2023

Sábados consagrados a María


"Acordaos, Oh Nuestra Señora de la Salud, del poder sin límites que vuestro Divino Hijo os ha concedido sobre su Corazón adorable, y del tesoro inagotable de consuelo que depositó en vuestro maternal corazón, para todas las necesidades y tribulaciones de todos los mortales.

Por ese vuestro poder y por esa vuestra bondad maternal, nunca ha sido rechazado quien ha acudido a Vos.
Animado yo de gran confianza, a Vos, Oh Madre, acudo para conseguir, por vuestra poderosa mediación, el don de la salud, si conviene para mi alma. Deseo emplear mi vida, mi salud y mis fuerzas en cumplir la divina voluntad."
 
Amén
 
📷: Virgen de la Salud, Conil de la Frontera (Cádiz).
 

Dolores de la Madre


1. Escuchar la profecía de Simeón. 

2. Huir a Egipto con Jesús y José 

3.Perder a Jesús en el Templo. 

4. Encontrarse con Jesús camino del Calvario. 

5. Ver Morir Jesús en la Cruz 

6. Recibir en brazos a Jesús 

7. Enterrar a Jesús

 


 

Traigan enseguida la mejor ropa

 (Lc 15,22)
“Pero el hombre, cuando muere, queda inerte; el mortal que expira, ¿dónde está?” (Jb 14,10). ¿No hay un hombre sin pecado? Uno sólo, el que ha venido a este mundo sin nacer del pecado. Como estamos todos encadenados por el pecado, morimos todos al perder la justicia: somos despojados de la vestimenta de inocencia que se nos había acordado en el paraíso y como consecuencia somos consumidos por la muerte de la carne. (…)

 
Un padre ha querido cubrir esa desnudez de su hijo pecador, diciendo cuando volvió: "Traigan enseguida la primera ropa” (cf. Lc 15,22). Si, la primera ropa es la vestimenta de inocencia que el hombre recibió el día de su creación, para su felicidad. Para su desdicha, seducido por la serpiente, la perdió. Contra esta desnudez dice la Escritura: “Feliz el que vigila y conserva su ropa para no tener que andar desnudo, mostrando su vergüenza” (Apo 16,15). Guardamos nuestras vestimentas cuando conservamos en nuestro espíritu los preceptos de la inocencia. Si una falta nos hace presentarnos desnudos delante del juez, volvemos a la inocencia perdida y la penitencia nos devuelve nuestras vestimentas.

 

 San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre Job (SC 212, Livre XII, Morales sur Job, Cerf, 1974)evangelizo.org

viernes, 10 de marzo de 2023

Reflexión

 "Dulcísimo Cristo mío,
aunque esos labios se bañen
en hiel de mis graves culpas,
Dios sois, como Dios habladme.

Habladme, dulce Jesús,
antes que la lengua os falte,
no os desciendan de la cruz
sin hablarme y perdonarme."


Don Lope de Vega.



MISLopez

Lo cogieron, lo echaron fuera de la vid y lo mataron

"Yo soy la vid verdadera" dice a Jesús (Jn 15,1)… Cavamos zanjas alrededor de esta vid, es decir cavamos trampas con astucia. Cuando se conspira para hacer caer a alguien en una trampa, es como si caváramos un hoyo delante de él. Por eso se lamenta diciendo: "Cavaron una fosa delante mío" (Sal. 56,7)… Veamos un ejemplo de estas trampas: "Trajeron a una mujer adúltera "ante el Señor Jesús" diciendo: ' Moisés nos ordenó lapidar a estas mujeres. ¿Y tú, qué dices? ' " (Jn 8,3s)… Y otro: "¿Está permitido, sí o no, pagarle el impuesto al emperador?" (Mt 22,17)…
 
Pero descubrieron que estas trampas no perjudicaban la vid; al contrario, cavando estas fosas, ellos mismos cayeron dentro de ellas (Sal. 56,7)… Y siguieron cavando: no sólo las manos y los pies (Sal. 21,17), sino que perforaron su costado con una lanza (Jn 19,34) y pusieron al descubierto el interior de este corazón santo, que había sido herido por la lanza del amor. En el cántico de su amor, el Esposo dijo: "Heriste mi corazón, mi hermana, mi esposa" (Cant 4,9 tipos de Vulg). Señor Jesús, tu corazón ha quedado herido por amor a tu esposa, tu amiga, tu hermana. ¿Era necesario que tus enemigos lo hirieran más? ¿Qué hacéis, enemigos? ¿No sabíais que este corazón del Señor Jesús, golpeado, ya estaba muerto, desgarrado, y no podía padecer más por otro sufrimiento? El corazón del Esposo, del Señor Jesús, ya había recibido la herida del amor, la muerte del amor. ¿Qué otra muerte podría alcanzarlo?... Los mártires también se ríen cuando se les amenaza, se regocijan cuando se les golpea, triunfan cuando se les mata. ¿Por qué? Porque ya murieron por amor en su corazón, "muertos al pecado" (Rm 6,2) y en el mundo…
 
El corazón de Jesús fue herido y murió por nosotros; la muerte física triunfó un instante, pero fue vencida para siempre. Ha sido aniquilada cuando Cristo resucitó de entre los muertos, porque "sobre Él la muerte no tiene ningún poder" (Rm 6,9).
 
San Buenaventura (1221-1274)
franciscano, doctor de la Iglesia
La Viña mística, cap. 3, § 5-10 evangelizo.org

jueves, 9 de marzo de 2023

Pasar a la vida eterna!

El hombre ha sido fortificado por un tiempo, porque por un cierto tiempo recibió la fuerza de vivir en este mundo, para pasar a una vida eterna en la que ningún límite pondrá un término a su vida. Pero en esa breve duración en la que fue fortificado, se puso en estado de encontrar en la eternidad una alegría sin fin o los suplicios que soportará sin escapar jamás.

Es porque fue fortificado por un cierto tiempo que Job agregó estas justas palabras “Cambiarás su rostro y lo despedirás”. El rostro del hombre ha cambiado cuando su belleza fue destruida por la muerte. Es despedido, porque está obligado a pasar al mundo de la eternidad, dejando los bienes que ha adquirido. Cuando llega, ¿qué pasará con esos bienes adquiridos trabajosamente y que lo habían hecho señor? Lo ignora.

Por eso estas palabras: “Se honra a sus hijos, pero él no lo sabe; si son envilecidos, él no se da cuenta” (Jb 14,21). Si los que están todavía vivos ignoran en qué lugar se encuentran las almas de los muertos, tampoco los muertos saben cómo está ordenada la vida en la carne de los que los sobreviven: la vida del espíritu está muy alejada de la vida en la carne. Si corporal e incorporal se oponen en su naturaleza, son también distintos en su conocimiento. Esta distinción no es válida para las almas santas. Si ellas ven en sí mismas la irradiación del esplendor de Dios todopoderoso, no podemos pensar que haya fuera de ellas una existencia que ignoran


San Gregorio Magno (c. 540-604)

papa y doctor de la Iglesia

Morales sobre Job (SC 212, Livre XII, Morales sur Job, Cerf, 1974)evangelizó.org


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