Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 11 de agosto de 2020

"EL CRUCIFIJO Y EL LADRÓN"



En la catedral de Würzburg, Alemania, hay una venerable cruz del siglo XIV.

El Señor tiene las manos separadas de la cruz y las sostiene cruzadas sobre su pecho, como para abrazar a alguien.

Cuenta una leyenda que, durante la Guerra de los Treinta Años (un conflicto armado que desgarró Europa entre 1618 y 1648), un soldado enemigo entró en esa iglesia y, al ver que el Crucifijo lucía una espléndida corona de oro en la cabeza,  dio un paso adelante para robarlo.

Cuando el ladrón se encontró frente a Jesús y levantó su mano hacia la corona, el Señor separó sus brazos de la cruz, se inclinó hacia adelante, abrazó al ladrón y suavemente lo llevó a su corazón.

El ladrón no pudo soportar tanto amor.

Fue encontrado muerto al pie de la cruz.

A partir de ese día, Cristo ya no extendió los brazos, sino que continuó abrazándolos como ahora, como si siempre quisiera tener a los pecadores en el corazón, mirarlos a los ojos y decirles: - ¡No quiero castigarte, sino amar!

 (A. Barth, Enciclopedia Catechetica, Ed. Paoline)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...