Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu amadísima esposa...ven a inundarme de un gran deseo de oración constante, convoca mi alma a orar para que mi vida cambie, para que te hagas presente en mi corazón, para que mi fe se fortalezca, para que te hagas vida en mi. Espíritu Santo, ven por la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu amadísima esposa...ven, llámame a orar porque quiero hablar con Dios y escucharle con el corazón abierto, porque quiero tener con mi Padre Celestial una relación personal, íntima y dinámica. Espíritu Santo, llámame a orar porque quiero sentirme libre al lado de Jesús, porque quiero que se haga su voluntad y no la mía. Obra maravillosamente en mi, para que entienda que Dios me escucha siempre cuando le hablo, para que comprenda que Él siempre atiende mis oraciones cuando las hago desde la humildad y la fe profundas. Ven Espíritu de Dios, convoca mi alma a orar para que la oración sea una forma de servirle a Dios, para vencer ante la tentación, para fortalecerme a mi y a los demás espiritualmente. Espíritu Santo, ven y llámame a orar para no entender que la oración es el medio por el cual se cumple mi voluntad en la tierra, sino como el medio para hacer que la voluntad de Dios Padre, se cumpla en la tierra. Ven Espíritu Santo, condúceme en la oración para demostrar mi fe en Dios, para que bendiga mi vida de manera abundante. Espíritu Santo, convoca mi alma a la oración para ver realizada la obra de Dios en la vida de otros. ¡Señor, que Tu nombre sea glorificado siempre!
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