Finalmente, el silencio de
María. Pocas cosas impresionan tanto como el largo silencio de Jesús en la
cruz. Y en este silencio, humilde y majestuoso al mismo tiempo, el hijo era
sigilosamente acompañado por la silenciosa presencia, también majestuosa y
humilde, de la madre.
El silencio, juntamente con la humilidad, la pobreza y la obediencia, son puntales de la vida cristiana. Todos estos están muy presentes en María en su cántico y en su vida, purifican el corazón y le hacen capaz de acoger, de entender y de sufrir. También nosotros, pues, en el silencio, en la humilidad, en la pobreza y en la obediencia seremos capaces de comprender el sufrimento de esta mujer bendecida entre todas, a quien el pueblo ha proclamado, con acierto admirable, la Dolorosa.
Meditemos durante unos momentos de silencio,la pasión de Jesús, las lágrimas de María y su tristeza, tristeza de madre y acabemos pidiendo a la Virgen Dolorosa que nos haga sentir lo que ella sintió cuando estuvo de pie al pie de la cruz.
El silencio, juntamente con la humilidad, la pobreza y la obediencia, son puntales de la vida cristiana. Todos estos están muy presentes en María en su cántico y en su vida, purifican el corazón y le hacen capaz de acoger, de entender y de sufrir. También nosotros, pues, en el silencio, en la humilidad, en la pobreza y en la obediencia seremos capaces de comprender el sufrimento de esta mujer bendecida entre todas, a quien el pueblo ha proclamado, con acierto admirable, la Dolorosa.
Meditemos durante unos momentos de silencio,la pasión de Jesús, las lágrimas de María y su tristeza, tristeza de madre y acabemos pidiendo a la Virgen Dolorosa que nos haga sentir lo que ella sintió cuando estuvo de pie al pie de la cruz.
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Gracias Magda por la belleza del escrito.. Un fuerte abrazo.. Feliz Pascua!!
ResponderEliminarLa paz sea contigo