Noveno día
. Sábado 26 de abril de 2014
"Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi
Misericordia.
Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las
almas tibias, Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de
los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mí este cáliz, si
es Tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en
recurrir a Mi Misericordia".
Roguemos por las almas tibias e indiferentes
Jesús piadosísimo,
que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de Tu
Piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te
llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu
Amor puro. Oh
Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu
Misericordia
y atráelas al mismo ardor de Tu Amor
y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.
Padre Eterno, mira
con Misericordia
a las almas tibias, que sin embargo, están acogidas en el
Piadosísimo
Corazón de Jesús. Padre de Misericordia,
Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por
Su
Agonía
de 3 horas en la Cruz,
permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu
Misericordia.
Amén.
Al finalizar se recomienda rezar
la
CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
ORACIÓN FINAL DE LA NOVENA
¡Oh Dios de gran
misericordia! bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el
abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y
grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la
oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible
que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras
propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos
Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para
que cumplamos fielmente Tu Santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y
a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu Misericordia nos
proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que
con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que
conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir
todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a
través de Su Corazón Misericordioso, como a través de una puerta
abierta, entramos en el Cielo (Diario de Santa Faustina, 1570).
http://juanpablomagno.org/DivinaMisericordia/DivinaMisericordia.Novena.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma