Séptimo
día
.
Jueves 24 de abril de 2014
"Hoy tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi
Misericordia
de modo especial y sumérgelas en Mi
Misericordia.
Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más
profundamente en Mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de Mi
Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor
especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del
infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la
muerte".
Roguemos por todos
los que anuncian la Misericordia de Dios
Jesús
Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el
Amor
mismo, acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas que
veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu
Misericordia.
Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo. En medio de toda
clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu
Misericordia,
y unidas a Ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas
almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu
Misericordia
las protegerá en la hora de la muerte.
Padre Eterno, mira
con Misericordia
a aquellas almas que glorifican y veneran Tu
Misericordia
insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús.
Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de
misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, Te cantan, oh Altísimo,
un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu
Misericordia
según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla en
ellas la promesa de Jesús quien les dijo:
"A
las almas que veneren esta infinita Misericordia
Mía, Yo Mismo las defenderé como Mi gloria durante sus vidas y especialmente
en la hora de la muerte".
Amén.
Sugerencia de textos para
meditar en este séptimo día de la Novena
"Nosotros debemos
amarnos, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y
odia a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano a
quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y nosotros hemos recibido
de Él este mandato: que el que ama a Dios, ame también a su hermano".
(1Jn 4, 19-21)
"La conciencia humana,
cuanto más pierde el sentido del significado mismo de la palabra
«misericordia», sucumbiendo a la secularización; cuanto más se distancia
del misterio de la misericordia alejándose de Dios, tanto más la Iglesia
tiene el derecho y el deber de recurrir al Dios de la Misericordia «con
poderosos clamores». Estos poderosos clamores deben estar presentes en
la Iglesia de nuestros tiempos, dirigidos a Dios, para implorar su
Misericordia, cuya manifestación ella profesa y proclama en cuanto
realizada en Jesús Crucificado y Resucitado, esto es, en el misterio
pascual. Es este misterio el que lleva en sí la más completa revelación
de la Misericordia, es decir, del Amor que es más fuerte que la muerte,
más fuerte que el pecado y que todo mal, del Amor que eleva al hombre de
las caídas graves y lo libera de las más grandes amenazas". (Beato
Juan Pablo II. Dives in Misericordia).
http://juanpablomagno.org/DivinaMisericordia/DivinaMisericordia.Novena.htm
Feliz Pascua Magda, y que Él te bendiga. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarGracias igualmente PEPE! Un abrazo!!!
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