En el Antiguo Testamento se cuenta de que en esos tiempos había
ciudades de refugio para quien cometía algún crimen, para no ser alcanzado por
la venganza. Y podemos decir sin temor a equivocarnos que esas ciudades refugio
eran prefiguración de la Santísima Virgen, en quien los pecadores encuentran
asilo seguro para huir de la Venganza divina y humana.
Efectivamente la Virgen es refugio de quien ha cometido pecados, y
es Ella la que lo lleva, pacientemente, a la reconciliación con
Dios.
El Señor ha querido crear a María para que use de misericordia con
los hombres, especialmente con los pobres pecadores. Así que no desconfiemos de
nuestra salvación eterna, aunque hayamos cometido muchos crímenes, porque si
corremos al refugio seguro que es María Santísima, entonces antes o después
obtendremos el perdón de Dios y la benevolencia de los
hombres.
Quien encuentra a María ha encontrado la Vida, porque en Ella está
escondido Jesucristo, Vida del alma, y María es como el paraíso terrenal donde
los hombres tenemos un refugio para resguardarnos en tiempos
difíciles.
La Virgen en estos tiempos nos invita a todos a entrar lo más
pronto posible en su Corazón Inmaculado, consagrándonos a él, para ser
defendidos de las desgracias que están abatiéndose sobre el
mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma