Yo, Jesús de Nazareth,
viendo próxima mi hora y estando en posesión de plenas
facultades para firmar este documento, deseo repartir mis
bienes entre las personas más cercanas a Mí.
Mas siendo entregado
como cordero para la salvación de la Humanidad, creo
conveniente repartir entre todos. Y así les dejo todas
las cosas que desde mi nacimiento han estado presentes en mi vida y
la han marcado de un modo significativo:
La estrella, a los que
están desorientados y necesitan ver claro para poder seguir
adelante, y a todo aquel que desee ser guiado y/o servir de guía; el
pesebre, a los que no tienen nada, ni siquiera un sitio
para cobijarse o un fuego donde calentarse y poder hablar con un
amigo.
Mis sandalias, son sus
sandalias, las de los que deseen emprender un camino, de los que
están dispuestos a estar siempre en camino.
La palangana donde les
he lavado los pies, a quien quiera servir, a quien desee ser
pequeño ante los hombres, pues será grande a los ojos de mi
Padre.
El plato donde voy a
partir el pan: es para los que vivan en fraternidad, para los que estén
dispuestos a amar, ante todo y a todos.
El cáliz, lo dejo a
quienes están sedientos de un mundo mejor y una sociedad más
justa.
La cruz es para todo
aquel que esté dispuesto a cargar con ella.
Mi túnica a todo aquel
que la divida y la reparta.
También quiero dejar
como legado, a la Humanidad entera,las actitudes que han
guiado mi Vida, actitudes que quiero que guíen también la
de ustedes.
Mi Palabra y la
enseñanza que me confió mi Padre, a todo el que la escucha y la
pone en práctica.
La alegría a todos los
que deseen compartirla.
La humildad, es para
quien esté dispuesto a trabajar por la expansión del
Reino de los Cielos.
Mi hombro, a todo
aquél que necesite un amigo en quien reclinar la cabeza, y al
abatido por el cansancio del camino, para que puedan descansar y
recobrar fuerzas para seguir caminando.
Mi perdón, es para
todos, para todos los que día tras día, pecado tras pecado,
sepan volver al Padre.
Mi Amor es para todos,
buenos y malos, justos e injustos, para todos los hombres
sin ningún tipo de distinción. Eso sí, siento
especial predilección por los más débiles.
Todo esto y aún más
quisiera dejarles, pero sobre todo es mi Vida lo que les ofrezco.
Soy Yo mismo quien me quedo con ustedes para seguir caminando
a su lado, compartiendo sus preocupaciones y problemas, sus
alegrías y gozos.
Sí, yo soy la Vida,
pero tú puedes transmitirla. Nada más.
Manténganse unidos y
quiéranse de verdad.
Yo los he amado hasta
el extremo y los llevo en mi
Corazón.
Jesús de Nazareth, llamado "el Cristo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma