Jueves Eucarístico
Amado Jesús, en tus manos llagadas me siento protegido y amado. En
cada momento de mi vida puedo sentir tu acción transformadora y el poder de
sanación de tu Palabra que renueva el alma.
Tú me has dado una vida nueva en mi Bautismo, por eso quiero darte
el primer lugar en ella, ser fiel testigo del poder de tu amor y de los
milagros que ocurren cuando concedes tu perdón.
Quiero vivir redescubriéndote en las situaciones de vida que a
diario experimento, sentir que caminas conmigo, que vas mostrándome tus heridas
y tus llagas en las angustias de mis hermanos.
Tú vives en cada uno de los rostros cansados y agobiados, en las
bocas sedientas de los exhaustos, en el doloroso sonido de los estómagos vacíos
de los más pobres y necesitados que hoy se levantan sin su pan.
Oh Señor mío y Salvador mío, que no me cueste reconocer tu
presencia en los que sufren, y que pueda utilizar los talentos que me has dado
para beneficio de todos. Ayúdame a ayudar y dame fuerzas para servir
Abre mi corazón al amor y al perdón. Tú me has dado la oportunidad
de cambiar para volver a vivir de acuerdo a tu plan de salvación, no permitas
que la deje pasar y vaya por este mundo sin dirección y sin tu luz.
Confío en que en este momento me das la fuerza para continuar, para
proclamarte, para tender mi mano a los demás y llevar esperanza.
Eres mi fuente de vida. Todo te lo entrego. Moldéame como
consideres necesario para poder amarte con todo mi corazón.
Amén
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