Oh glorioso San José!,
tú que fuiste escogido por el Padre
Celestial para ser custodio del
Redentor y esposo purísimo de la Virgen
María, hoy, al iniciar mi jornada, deposito
mi confianza en tu poderosa intercesión.
Tú que supiste trabajar con amor,
vivir en silencio y obedecer en fidelidad,
acoge este día como una ofrenda que
pongo en tus manos.
Te pido, amado San José,
que protejas mi alma de toda acechanza
del maligno, que rodees mi hogar con
tu escudo de padre justo y fuerte, y que
cubras con tu manto mis pasos y
decisiones.
Dame, por tu intercesión ante Jesús
Santísimo, el alimento necesario para
sostener mi cuerpo, la serenidad para
enfrentar las pruebas, y la paz para
vivir según la voluntad de Dios.
Llévame siempre por el camino del bien,
guía mi ser con ternura y fortaleza,
y no me dejes solo hasta llegar a la vida
eterna en el Paraíso Sagrado,
donde reina la Luz sin fin.
Amén

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma