Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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domingo, 16 de noviembre de 2025

¡Veneren sólo al Dios vivo!


“¡Alégrense sin cesar en el Señor!” (Flp 4,4). ¿Por qué no están llenos de alegría y caminan en la alegría? Ustedes fueron jugados dignos de ser atraídos a este estado evangélico por un llamado que discierne y predestina (cf. Rom 8,29-30), llamado de Dios que gobierna todo por su sabiduría.
Ahora, que por la elevación de su género de vida he aquí que están sobre una altura, vuelvan su mirada hacia la vida miserable y rampante de los hombres. Ella está como sacudida por el mar, proyectada acá y allá por el movimiento incierto de asuntos. En verdad, nada dura, nada permanece en el mismo estado, lo ven bien. Mismo los reyes pasan, los príncipes caen, los poderosos dueños de la tierra mueren como simples mortales (cf. Sal 81,7), los que están casados se separan abandonando a su pareja o siendo abandonados. La belleza se marchita pronto, la juventud es efímera, el placer fugaz, la riqueza se disipa como el sueño de una sombra. Sólo se encuentran lamentaciones y duelo en las adversidades de los mortales. (…) Pero ustedes mis hermanos, ¿cómo y dónde fueron llamados, cómo subieron a la montaña del Señor (cf. Sal 23,3)? ¿Cómo contemplan las maravillas de la vida celestial? (…)
Quiera Dios, que los hizo ascender a esas alturas, hacerlos fuertes y afirmarlos para que realicen siempre lo que le agrada, en la santidad y la justicia (cf. Lc 1,75) (…). ¡Hijos míos, veneren sólo al Dios vivo! (cf. 12,5 ; Apo 14,7)

 San Teodoro el Estudita (759-826)

monje en Constantinopla
Catequesis (Les Grandes Catéchèses, coll. Spiritualité Orientale 79, Bellefontaine, 2002), trad. sc©evangelizo.org

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