que esta mañana tu luz nos envuelva y tu presencia nos acompañe en cada paso.
Así como rocíos y nevadas te bendicen,
danos un corazón que se abra a tu frescura y a tu paz.
Así como el hielo y el frío te glorifican,
fortalécenos en los momentos difíciles
y haznos mantenernos firmes en la fe.
Así como heladas y nieves proclaman tu nombre,
purifica nuestros pensamientos, palabras y obras.
Así como las noches y los días te bendicen,
que todo lo que vivamos hoy sea para tu gloria.
Así como la luz y las tinieblas te honran,
ilumina lo que está oscuro en nosotros y protégenos en cada momento.
Así como los rayos, las nubes y la tierra misma te alaban,
que nuestra vida entera sea un canto de bendición.
Todo te lo entregamos, Señor, porque solo Tú eres bueno y tu amor no tiene fin.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
FE y más FE.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma