Santa María Magdalena, perla preciosa de Cristo,
caída de la Mesa del Amor de Dios, profundamente
perdida durante un tiempo, pero buscada y encontrada
por Jesús y los suyos con inmensa solicitud y Amor.
Tú, que escuchaste su poderosa Palabra invitándote
con urgencia al arrepentimiento y a la conversión, alcánzame
de Él, por tu intercesión, escuchar también yo su llamada y
decidirme al arrepentimiento y a la conversión.
Tú, que en un instante fuiste perdonada por Jesús, y te
encontraste de repente libre de tus graves extravíos, alcánzame
de Él, por tu intercesión, la gracia de reconocer mis culpas y de
recibir su perdón.
Tú, que fuiste liberada por Jesús del dominio de Satanás, y de
las fuertes ataduras que te ataban a él, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de verme libre de todas las ataduras de pecado
que no me dejan romper con él.
Tú, qué después de tu conversión lo acompañaste como discípula suya, guardando en tu corazón sus Palabra de Vida, su divino perdón, siendo testigo privilegiada de sus milagros de Amor, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de seguirle también yo, acogiendo su Palabra, recibiendo su perdón, siendo testigo también hoy de su Misericordia y su Amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma