Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 20 de julio de 2021

Heridas

 

No hay corazón sin heridas, quizás algunas han cicatrizado con el tiempo, pero hay otras que las escondemos por pena y por vergüenza durante muchos años, mantenerlas ocultas, se vuelve como un deporte de todos los días y nos construimos fortalezas detrás de las que guardamos lo más vulnerable de nosotros, formamos corazas lo suficientemente duras para que nadie nos pueda penetrar, usamos máscaras que esconden nuestro verdadero rostro, pero se trata de heridas frescas, son heridas que hablan de un corazón que está vivo.  

A veces el secreto se puede apoderar de nosotros y nos dejamos invadir por él  para no revelarnos tal como somos, nos damos pena porque hemos dejado de creer que somos dignos de amor, hemos dejado de creer que somos dignos de perdón, de misericordia.

 

Y el silencio como sutil enemigo se vuelve un arma de doble filo, porque fue inspirado no por el amor, sino por el miedo, si por un lado nos protege de ser lastimados de nuevo,  por otro nos carcome interiormente  y nos insensibiliza, 

No estamos hechos para morir en espera de alguien que finalmente nos comprenda, así como ningún paciente enfermo tiene como destino morir desahuciado y solo en la camilla de algún hospital. 

Necesitamos de doctores del espíritu, necesitamos de santos y buenos pastores, que se descalcen los pies cada vez que pisen el sagrado terreno de las almas, de una conciencia más actual del tesoro que guarda cada corazón. 

Quizás te preguntes si es posible sanar?, ¡solo con ayuda! 

No te hundas, por las heridas de tu vida, eres precioso a los ojos de Dios. Tus heridas, tus heridas esas que  tu ves son las que te han traído hasta este momento, tu pasado roto te ha conformado en quien eres, y tienes un presente maravilloso para vivir y un futuro prometedor, Tienes que entender, que para Dios ¡eres infinitamente amado! 


Curar es una dimensión esencial de la misión apostólica y de la fe cristiana en general. Cuando esto se entiende con toda la profundidad necesaria, aquí se expresa todo el contenido de "redención".


Padre Miguel Guerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...