Virgen María, madre
que nunca has abandonado a un hijo que grita ayuda,
Madre cuyas manos trabajan sin parar para tus hijos tan amados,
Porque son empujadas por el amor divino y la infinita misericordia que sale de tu corazón,
Voltea hacia mí tu mirada llena de compasión,
Mira la acumulación de nudos que asfixian mi vida.
Conoces mi desesperación y mi dolor.
Sabes cuánto me paralizan estos nudos y los pongo en tus manos.
Nadie, ni siquiera el diablo, puede apartarme de tu ayuda.
No hay un nudo en tus manos que no esté suelto.
Virgen madre, con la gracia y tu poder de intercesión ante tu hijo Jesús,
Mi Salvador, recibe hoy este 'Nudo' (nombrarlo si es posible).
Por la gloria de Dios, te pido que disolverlo y de para siempre.
Espero en ti.
Eres la única bufanda que el padre me dio.
Eres la fortaleza de mis débiles fuerzas, la riqueza de mis miserias,
La liberación de todo lo que me impide estar con Cristo.
Acepta mi petición.
Libranos, guíame, protégeme.
Sé mi refugio.
María, que desata los nudos, reza por mí.
Madre cuyas manos trabajan sin parar para tus hijos tan amados,
Porque son empujadas por el amor divino y la infinita misericordia que sale de tu corazón,
Voltea hacia mí tu mirada llena de compasión,
Mira la acumulación de nudos que asfixian mi vida.
Conoces mi desesperación y mi dolor.
Sabes cuánto me paralizan estos nudos y los pongo en tus manos.
Nadie, ni siquiera el diablo, puede apartarme de tu ayuda.
No hay un nudo en tus manos que no esté suelto.
Virgen madre, con la gracia y tu poder de intercesión ante tu hijo Jesús,
Mi Salvador, recibe hoy este 'Nudo' (nombrarlo si es posible).
Por la gloria de Dios, te pido que disolverlo y de para siempre.
Espero en ti.
Eres la única bufanda que el padre me dio.
Eres la fortaleza de mis débiles fuerzas, la riqueza de mis miserias,
La liberación de todo lo que me impide estar con Cristo.
Acepta mi petición.
Libranos, guíame, protégeme.
Sé mi refugio.
María, que desata los nudos, reza por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma