Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 22 de septiembre de 2020

El Libro de Vida

El Evangelio es el libro de la vida del Señor. Es hecho para devenir el libro de nuestra vida. No para ser comprendido, sino para ser abordado como umbral del misterio. No es hecho para ser leído, sino para ser recibido en nosotros.

Cada una de sus palabras es espíritu y vida. Ágiles y libres sólo esperan el deseo de nuestra alma para brotar en ella. Vivientes, ellas son como la levadura inicial que actuará en nuestra pasta y la hará fermentar con un modo de vida nueva. (…)

Las palabras del Evangelio son milagrosas. Si no nos transforman es porque no le pedimos transformarnos. Pero, en cada frase de Jesús y cada uno de sus ejemplos, permanece la virtud que sana, purifica, resucita. La relación con sus palabras actúa en el ser, como en el paralítico o el centurión, haciendo obedecer de inmediato, plenamente. (…) Para esto, nos ayudará llevar y guardar en nosotros, al calor de nuestra fe y esperanza, la palabra que queremos obedecer. Se establecerá un pacto de vida entre ella y nuestra voluntad.

Cuando tenemos nuestro evangelio en las manos, debemos pensar que en él habita el Verbo que quiere hacerse carne en nosotros. Quiere habitarnos, para que con su corazón injertado en el nuestro y su espíritu en nuestro espíritu, comencemos su vida de nuevo en otro lugar, otro tiempo, otra sociedad humana. Profundizar el Evangelio de esta forma, es renunciar a nuestra vida, para recibir un destino que tiene la forma de Cristo.

 

Venerable Madeleine Delbrêl (1904-1964)

laica, misionera en la ciudad.

La alegría de creer (La joie de croire, Seuil, 1968), trad. sc©evangelizo.org

 

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