¡Oh! Divino Rostro de mi dulce Jesús,
por la ternura de amor
y el sensibilísimo dolor
con que te contempló María Santísima
en tu dolorosa Pasión,
concede a nuestras almas,
poder participar de tanto amor
y de tanto dolor
y cumplir lo más perfectamente posible
la Santísima Voluntad de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma