Reflexión

Al iniciar este día sábado, me pongo en presencia de nuestra madre María, y le agradezco por su intercesión, sé que ella no deja de velar por cada uno de nosotros sus hijos y como buena madre, nos acompaña en nuestro dolor y también en nuestras alegrías. María enséñanos a ser personas humildes, pacientes, sencillas, que sepamos guardar todo en nuestro corazón, que no seamos de aquellos que hacen ruido pero poco bien. Señor ayúdanos a mirar más allá de las apariencias, evitemos juzgar a nuestro prójimo, que seamos más misericordiosos así como tu eres misericordioso con nosotros. Señor tanto daño hacen las críticas, las murmuraciones, cuanta división causan, ayúdanos a controlar lo que decimos, pon palabras en nuestras bocas para que hablemos con sinceridad y prudencia. Jesús danos humildad para poder reconocer nuestras faltas antes de juzgar, que miremos nuestro error antes de mirarlo en los demás. Enséñanos Señor a corregir fraternalmente a nuestro prójimo, que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos y tratemos siempre de encaminarlos por el mejor camino y no sólo con nuestras palabras, sino con nuestro testimonio. Ayúdanos a vencer nuestros egoísmos para que pensemos más en los demás y nos esforcemos por alcanzar juntos la santidad.
Amén. 

 

Padre Sam
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