Mi Señor, Solo en Ti puedo encontrar la fuerza de la misericordia
que llena de paz mi vida, de esperanza, levanta el alma y me hace caminar
confiado.
Estoy convencido que estás por encima de todo. Tú eres el Hijo de
Dios, el Rey de reyes y me has hablado del Reino del Padre porque procedes de
Él.
En Ti espero la vida eterna, esa vida nueva que inició con mi
bautismo y que con mis faltas la he oscurecido yéndome por caminos errados y
lejos de Ti.
Sáname de todas esas heridas que causan desolación a mi alma. Sé
que Tú todo lo puedes, Tú eres capaz de hacer brillar hasta el más oscuro
pecador.
En tus llagas esparciste la misericordia divina, me abriste el
camino a la salvación y me hiciste sentir una persona valiosa y merecedora de
tu Gracia.
Creo en Ti, en que vas derramando bendiciones a todo el que acepta
tu amor y deja atrás su vida pecaminosa, descubriéndote como el más grande
tesoro.
Confío, en que en estos momentos me bendices y así como el Padre te
ama, Tú me amas de igual modo. Bendito seas mi Jesús, mi Señor, mi Salvador.
Contigo no hay miedo que valga, no hay problema que no quede sin
solución, porque a tu lado experimento consuelo, seguridad y protección.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma