Y es que a veces pretendemos tanta prueba de que DIOS está ahí, que nos perdemos en los interrogantes.Porque el peor de los temores no es que el Señor pase de largo. Lo peor que nos puede ocurrir es PERDERLO: en nuestra vida diaria, en nuestro pensamiento, en nuestra cultura, en nuestras decisiones, en nuestra educación, en nuestra conversación o en la arquitectura de la filosofía de hoy. Y cuando uno ve el panorama de la fe en Europa, en España o incluso en Navarra….llega a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor.No es así; a cada uno, con el color propio de nuestras almas, DIOS nos ha hecho nacer y vivir aquí y ahora para que nada nos sea indiferente. Disfrutemos de este tiempo ofreciéndolo a DIOS y dándole gracias por el momento que nos toca vivir, malo o bueno, peor o mejor, con fortuna o sin ella.Y eso sí...no dejemos que el Señor pase de largo. No lo perdamos.
Javier Leoz
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