Señor, quiero crecer cada día teniendo como centro
tu Verdad y tu Amor. Mirar hacia mis adentros, ver mis vacíos, mis carencias y
todos mis errores y enmendarlo todo para dejar que conquistes mi corazón.
Mi fortaleza toda me viene de Ti, del Dios de la
vida y de las transformaciones. Un Dios amigo que ayuda, con su gracia, a
superar los abismos del rencor, del enojo, de los malos deseos, liberándome de
miedos y dolores
Tu fuerza restauradora poco a poco va modelando lo
que Tú quieres que yo sea. Confío en tu Palabra, en tu misericordia y en tu
perdón. Confío en que aquel día vendrás como Juez justo y darás a cada uno
según sus acciones.
Tú me pides que sea vigilante, que administre bien
los bienes que me has dado porque de ellos me pedirás cuenta. Ven y continúa
cincelando mi interior, protegiendo mi corazón para no apartarme de tu
bendición. Cuento contigo, con tu asistencia fiel y generosa, con tu mano
poderosa que sostiene, anima, levanta, impulsa y me capacita para seguir
luchando con valentía por la salvación de mi alma y la de los míos.
Mi Dios, Tú no dejas que me derrumbes ni me quede
en lamentaciones; al contrario, me haces fuerte frente a la prueba. Pones una
coraza indestructible ante los que me adversan y pretenden que yo abandone tu
camino.
Te entrego mis situaciones y mis dificultades para
que me alivies y sanes todo lo que debo sanar para vivir apegado a tu justicia
y tu verdad.
Confío Padre, en que este momento me ayudas a
vencer todos los obstáculos para que, en plena libertad, pueda proclamarte como
mi Rey y Señor para siempre.
Amén
Pildoras de Fe
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