Descansa en brazos de María, Ella es tu Madre. Deja que sus
caricias y bondades cubran y curen tus impurezas y heridas. Sólo una Madre
puede limpiar sin ascos las heridas de sus hijos. Eres tan hijo suyo como
Cristo. Por eso te ama con tanto amor. Su Corazón Inmaculado fue traspasado por
cada uno de nosotros.
¡Le hemos costado mucho! Hemos sido hijos rebeldes. Pero ánimo, pues son los hijos enfermos y endebles los más necesitados de los cuidados de su madre. El mundo verá brillar la Gloria de María.
¡Le hemos costado mucho! Hemos sido hijos rebeldes. Pero ánimo, pues son los hijos enfermos y endebles los más necesitados de los cuidados de su madre. El mundo verá brillar la Gloria de María.
Alejandro María
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