Prójimo es aquel que me exige salir
de mí mismo
para medir si, en
verdad, la fe es operativa y práctica
o se quedó en simple
teoría
Prójimo es, tal vez, el que menos
entra dentro de mis esquemas.
Aquel que queda
lejos de mis dominios y distante de los caminos
por los que yo
avanzo
Prójimo es quien constantemente me
pregunta, con aquellas
interpelaciones de
San Ignacio, “qué he hecho por Cristo,
qué hago por Cristo
y qué debo hacer por Cristo”
Prójimo es quien me ayuda a pasar
de una fe de conocimiento
a una fe practicada
y volcada en los demás
Prójimo es quien me invita a no
instalarme en una piedad fría
y bajar al
sufrimiento del hombre
Prójimo es aquel que, sin darse
cuenta, es acorralado
por la sociedad
opulenta robándole la riqueza interior
Prójimo es aquel que es vapuleado
por la materialidad
de las cosas y, una
vez utilizado, es arrinconado en el olvido
Prójimo es aquel que
inconscientemente se deja atacar
en su dignidad antes
que llevar o posicionarse en contra
de las ideologías
dominantes
Prójimo es aquel que ha sido
arrastrado por las corrientes
de lo inmediato, de
lo pragmático y luego ha quedado
sin respuestas
tirado en el suelo
Prójimo es aquel que espera un
detalle por nuestra parte
y no sólo teorías o
lecciones magistrales
Prójimo es aquel que nos corta el
camino que habíamos emprendido
para hacernos
entender que a Dios se le gana con la misericordia
y no con la razón
Prójimo es aquel que necesita de
nuestro compromiso
y de nuestra
palabra, de nuestro consejo y de nuestra presencia.
Lo contrario y lo
más fácil, a veces, es dar un rodeo a las personas
y a los
acontecimientos, a los problemas y a las cruces que salen
a nuestro encuentro:
“ojos que no ven… corazón que no siente”
Prójimo es aquel que creyendo
vivir en la verdad ha sido asaltado
por los delincuentes
de la mentira y de la farsa.
Prójimo es aquel que no puede o no
sabe sostenerse por sí mismo;
el zarandeado por el
ladrón poderoso don dinero o el humillado
por los usurpadores
de conciencias y de las grandes verdades
Prójimo es aquel que, de la noche a
la mañana, ha sido arrojado
en el abismo de la
incredulidad o de la desesperanza, de la tristeza
o del desencanto por
la vida
Prójimo es aquel que ha sido
despojado de lo que era resorte
y apoyo en su
existencia por aquellos que cabalgan en el caballo
del poder y del
“todo vale” para que la sociedad se quede
sin moral ni ética
alguna
Prójimos son, en definitiva, las
personas que salen a nuestro
paso en mil
circunstancias y con mil nombres y apellidos.
P. Javier Leoz
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