María, María, María. Es el Nombre que el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo han pronunciado desde toda la eternidad. Podemos decir que es un
Nombre "suspirado, anhelado" por el mismo Dios. Los Ángeles también
lo pronunciaban, pero sin saber quién y cómo sería esta Mujer. Únicamente
sabían que el Verbo se haría carne en Ella y que sería Reina de cielo y tierra.
Los Ángeles caídos se convirtieron en horribles demonios después del período de prueba al que fueron sometidos. Dios les reveló que se haría carne y que tendrían que adorarlo con su Naturaleza Divina y Humana y que tendrían que honrar y servir al Arca Pura que encerraría al Don de Dios.
Ellos no quisieron servir! Qué pena! Dijeron "No" a la voluntad de Dios, un "No" cargado de soberbia y de ira. Dijeron "No" a María. La Santísima Virgen inspiró tanto amor como odio. Hoy sucede lo mismo. Los servidores de la Inmaculada, sacerdotes y laicos son atacados y perseguidos. El dragón furioso ha declarado la guerra a la Inmaculada, pero como no puede hacerle nada, ataca a los hijos de la Mujer vestida de sol, a su descendencia.
En esto se distinguen a los hijos de la luz de las tinieblas: unos son aplaudidos y lisonjeados por el mundo. Otros perseguidos y rechazados. Alégrate, estás en el camino correcto. Dios jamás te abandonará. Estás bajo el manto de la Inmaculada. Posees la corona de la gracia. Tu nombre está inmerso en el Dulce Nombre de María, deleite y delicia de Dios.
Los Ángeles caídos se convirtieron en horribles demonios después del período de prueba al que fueron sometidos. Dios les reveló que se haría carne y que tendrían que adorarlo con su Naturaleza Divina y Humana y que tendrían que honrar y servir al Arca Pura que encerraría al Don de Dios.
Ellos no quisieron servir! Qué pena! Dijeron "No" a la voluntad de Dios, un "No" cargado de soberbia y de ira. Dijeron "No" a María. La Santísima Virgen inspiró tanto amor como odio. Hoy sucede lo mismo. Los servidores de la Inmaculada, sacerdotes y laicos son atacados y perseguidos. El dragón furioso ha declarado la guerra a la Inmaculada, pero como no puede hacerle nada, ataca a los hijos de la Mujer vestida de sol, a su descendencia.
En esto se distinguen a los hijos de la luz de las tinieblas: unos son aplaudidos y lisonjeados por el mundo. Otros perseguidos y rechazados. Alégrate, estás en el camino correcto. Dios jamás te abandonará. Estás bajo el manto de la Inmaculada. Posees la corona de la gracia. Tu nombre está inmerso en el Dulce Nombre de María, deleite y delicia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma