Señor, te agradezco haber entrado a mi vida y tocado mi corazón.
Con ese nuevo comienzo has sanado mi alma y me has preparado para todas mis
luchas.
Tus mandamientos son obra de misericordia que ayudan a purificar mi
alma al paso por este mundo. Pero me pides algo nuevo: no responder jamás a los
golpes, nunca devolver mal por mal y entregar más de lo que me piden.
A veces no entiendo tus palabras, pero sé que lo que proviene de ti
es puro y santo y es para mi salvación ¿Cómo puedo guardarme la molestia con
aquel al que le ha hecho tanto mal a mi vida, ese que quiere verme derrotado?
Mi Señor, dame fuerzas para cumplir con humilde este precepto. Se
que puede parecer una locura ante todos los hombres; pero tu lógica no es la
mía, tu sabiduría es infinita. Tú me propones un nuevo estilo que va más allá
de toda razón, un estilo de amor extremo, a imitación pura de tu corazón donde
todos son bienvenidos.
Sólo con tu gracia y tu poder puedo hacer esto posible. Tú lo
practicaste en todo momento, no devolviste nunca mal por mal, ni insultos ni
castigos. Quiero ser perfecto como Tú, compasivo y lleno de bondad. Vivir con
la seguridad de que, practicando esto que me pides, se engrandezca mi alma.
Quiero aprender a cuidar el corazón,
que en él habiten la compasión y el perdón, que sea bueno, perfecto y santo
como Tú lo deseas.
Amén
Pildoras de Fe
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma