Oh Virgen María, Madre de la Iglesia, a ti nos encomendamos y a toda la
Iglesia en este momento terrible que vivimos con esta pandemia de coronavirus
que azota nuestra humanidad.
Guía y asiste a nuestro Santo Padre y a nuestros Obispos en su misión
apostólica a través de este tiempo, y ayuda a todos aquellos que cooperan en su
misión.
¡María, Madre de la Iglesia! ¡Ilumina al pueblo de Dios por los caminos
de la fe, la esperanza
y el amor! Tú nos has sido entregada como madre por tu Divino Hijo en el
momento de su muerte redentora.
Te pedimos que aumentes nuestra confianza mientras atravesamos estos
duros momentos en la Pandemia. Familias separadas, lejos de los sagrarios y sin
recibir al Divino Cuerpo de Cristo Sacramentalmente.
Recuérdanos a nosotros tus hijos en este momento, apoya nuestras
oraciones para que lleguen con prontitud al Trono de Dios. Preserva nuestra fe,
fortalece nuestra esperanza, aumenta nuestra caridad.
¡Inmaculado Corazón! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan
fácilmente se arraiga en los corazones de la gente de hoy. Líbranos de la
pandemia del Coronavirus y de las demás pandemias que también acaban con la
vida humana...
- De las guerras frías o biológicas, de la autodestrucción incalculable de la humanidad, y de todo tipo de guerra, líbranos Madre de la Iglesia.
- De los pecados contra la vida humana desde el momento de su concepción hasta su final, líbranos Madre de la Iglesia.
- De todo tipo de injusticia en la vida de la sociedad, líbranos Madre de la Iglesia.
- De la disposición a pisotear los mandamientos de Dios, líbranos Madre de la Iglesia.
- De los intentos de sofocar la verdad de Dios y de eliminar la libertad religiosa, líbranos Madre de la Iglesia.
- De la pérdida de la conciencia del bien y del mal, líbranos Madre de la Iglesia.
- De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos Madre de la Iglesia.
- De las dificultades de la vida, las crisis nacionales o mundiales, líbranos Madre de la Iglesia.
- De la pandemia de coronavirus, enfermedades y pestes, líbranos Madre de la Iglesia.
- De la pandemia de la pobreza generalizada y la indiferencia hacia los más necesitados, líbranos Madre de la Iglesia.
Oh María, sin pecado original concebido, nosotros que estamos reunidos
aquí hoy nos ponemos bajo tu especial protección. Nos proponemos seguir tus
pasos e imitar tus virtudes. Obtén para nosotros, oh tierna Madre, la gracia de
ser fiel a esta promesa. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma