El Conoce todas mis
faltas, y aun así me acepta tal como soy.
Ve todas mis
debilidades, más nunca se rinde en mí.
Puedo confiar que
Él me guiará hasta el hogar.
A Él confieso cada
pecado y tropiezo.
Con Él comparto
todos mis pensamientos y sentimientos, frustraciones y temores, tristezas y
alegrías.
A Él le confío mis
más profundas necesidades y anhelos.
¡Él siempre
entiende!
Él escucha mi
corazón así como mis palabras.
Él escucha mis
pensamientos así como mis oraciones.
Él me dice la
verdad, aunque me duela.
¡Él realmente se preocupa!
Jesús se regocija cuando estoy feliz en
Él.
Cuando estoy triste, Él comparte mis
tristezas.
Cuando estoy muy cansado para seguir, Él
me sostiene.
Cuando me extravío, Él toma mi mano y me
conduce en sus senderos. Mi Amigo siempre está allí!
Él me dice Sus pensamientos y planes.
En Sus cartas de amor para mí –todas están en mi preciosa Biblia–.
Él comparte Sus más profundos
pensamientos.
Comparte Sus alegrías así como Sus
sufrimientos.
Él me muestra porqué dio Su vida por mí:
para que Él y yo seamos uno por la eternidad.
Porque Él me ha unido a Sí mismo por la
cruz.
Sus amigos son mis amigos. Sus enemigos
son mis enemigos.
Sus batallas son mis batallas. Y Él
siempre triunfa, aun cuando tenga que compartir sus heridas y llevar cicatrices
de guerra.
Cada mañana planeamos nuestro día
juntos.
Todo el día caminamos y trabajamos
juntos.
¡Somos inseparables!
Mi amigo es sabio, paciente, amante y
bondadoso.
Él es fiel, considerado, incambiable y
puro.
Él es fuerte, confiable, leal y
verdadero.
¡Él suple mis
necesidades!
"Este es mi amado y este es mi
Amigo!"
¿Es Él tu amigo también?
¡FELIZ DÍA DEL AMIGO!