Es una equivocada creencia que a Jesús sólo se le puede encontrar
en los templos o en los momentos de mucha intimidad dentro de la oración.
Jesús, hombre de lucha y de fatiga, se hace presente en nuestros mismos lugares
de trabajo. Aunque su presencia escapa a nuestra vista, su acción creadora está
siempre lista para ayudarnos en nuestras labores diarias.
Así, a pesar de que nuestros esfuerzos no rindieron el fruto esperado, él hará aquello que para nosotros no fue posible. Sin embargo, debemos estar atentos pues, del mismo modo que dijo a los discípulos nos dice también a nosotros: tiren de nuevo las redes, pero del modo que yo les indico.
Cuando somos capaces de hacer nuestro trabajo de la manera que Jesús nos los indica, es decir, con generosidad, honradez, esfuerzo, la pesca es siempre abundante, y no sólo para el pan de nuestras casas, sino para que el mundo crea que Jesús está vivo ahí, donde todos los días convivimos. Sí, hermanos: Jesús ha resucitado para estar con nosotros, para actuar en nuestra historia, para convencer al mundo que el pecado y la muerte han sido vencidos, para acompañarnos hasta la consumación de los siglos. ¡Aleluya, Aleluya!
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Ciertamente que Jesús está en nosotros, en nuestro interior y nos acompaña hasta en el descanso. Pero cada día hay más Sagrarios solos y las Iglesias cerradas hasta la hora de la Eucaristía.
ResponderEliminarHagamos con nuestras obras a Jesús presente en todas partes.
Un gran abrazo Magdalena
Otro para ti Sor,Cecilia...cariños desde Paraguay!
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