Durante nuestro itinerario cuaresmal, empezamos hoy el mes de marzo, dedicado a San José, que adquiere un matiz más solemne aún por este Año que en la Iglesia dedicamos al Santo Patriarca. ¡Tanto tenemos que aprender de él!... Su silencio, su cuidado, su prudencia, su castidad, su amor a Jesús y a María, pero sobre todo su disponibilidad para dejar que Dios haga su proyecto al margen del suyo. Dediquémosle cada día de este mes una oración.
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