Señor mío, quiero confesarte hoy que mi alma se nutre con el poder
de tu amor y de tu presencia. Ellas crean un escudo ante las dificultades y me
da esperanza de vivir en perseverancia en este camino que has preparado para
mí.
Tú me haces ver que, en medio de tantas tribulaciones y penas de la
vida, tu Palabra da consuelo y alegría a todos los que creen en tu amor,
confían en tus planes y en tu justicia divina.
Tú me haces sentir que, el día de Tú regreso, ese día en el que se
conmoverán hasta los astros del cielo y temblaremos ante el estruendo del mar,
no será para mí un día de perdición o de lamentación
Solo una cosa me adviertes: si me mantengo unido a las promesas de
tus Palabras y al cumplimiento de tus mandatos; obtendré la liberación de mi
alma, la esperanza de una vida mejor y libre de ataduras.
Contigo la esperanza nunca morirá en mi corazón. Aquel día de tu
manifestación quedaré libre de dolores y angustias, libre del sufrimiento y de
las penas del mundo, contemplándote, en todo tu esplendor, como mi Señor y
Salvador.
Oh mi Dios, te pido que tengas en cuenta todos mis pequeños
esfuerzos para ganarme un pedacito de tu Cielo y que me ayudes a no doblegarme
ante los encantos del mundo que buscan mi perdición.
Ven Señor, no tardes, tengo la plena seguridad de que todo aquel
que confía en Ti, no quedará defraudado.
Con tu ayuda y tu bendición, seguiré luchando en la construcción de
un mundo mejor, un mundo que te espere con la mayor felicidad posible.
Amén
https://www.pildorasdefe.net/
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