«Los pintores tontos lo pintan viejo, melancólico y con la mano en la mejilla, como si tuviera dolor y tristeza debido a ser el guardián de María que le había sido confiada, cuando fue todo lo contrario, alegre de corazón, de mente y de rostro al verse en tanta gracia De Dios».
San Bernardino de Siena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma