Oh Dios, ¡tú que defiendes a los que creen en ti…!
Oh Dios, ¡tú que defiendes a los que creen en ti,
tenme en seguridad con la protección de tu poder!
Para que al abrigo de tus alas, te rece y te adore en la acción de gracias.
Nunca levantaré los ojos hacia una divinidad que me traiciona y me ignora.
Librame entonces, de toda rebelión de malos espíritus,
que me atormentan con los deseos de la carne.
Procúrame la victoria definitiva,
para que mi alma exulte en mi cuerpo y obtenga la vida eterna.
Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179)
abadesa benedictina y doctora de la Iglesia
Oraciones de santa Hildegarde (“Hildegarde de Bingen, Prophète et docteur pour le troisième millénaire”, Béatitude, 2012), trad. sc©evangelizo.org
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