"La fe se convierte en un fundamento sobre el que actuar, sobre el que vivir, es reconocer que ésta es la voz de Dios, el imperativo del amor, que me guía por el camino de la vida, y luego hacer la voluntad de Dios.
San José no era un soñador, aunque el sueño fue la puerta por la que Dios entró en su vida. Era un hombre práctico y sobrio, un hombre de decisión, capaz de dirigir la Sagrada Familia.
Organizar la huida a Egipto, encontrar un lugar donde dormir cada día, vivir allí durante mucho tiempo: esto exigía un hombre resolutivo, con sentido de la acción, con capacidad para responder a los desafíos, para encontrar la manera de sobrevivir."
Homilía inédita de Benedicto XVI del 22 de diciembre de 2013.
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