Primer sábado de mes
"Al escucharle, tú, Virgen inmaculada, ¡oh Madre, la más tierna!, no te entristeces, antes bien te alegras de que nos haga comprender entonces que aquí abajo, en la tierra, nuestra alma se hace familia suya.
¡Oh, sí, te alegras, Virgen, de que él nos dé su vida, el tesoro infinito de su divinidad! ¿Cómo no amarte y bendecirte, viendo en ti tanto amor, tanta humildad?
Tú nos amas, María, como Jesús nos ama, por nosotros aceptas verte alejada de él. Amar es darlo todo, incluso a uno mismo: quisiste demostrarlo quedando con nosotros como fuerte y visible ayuda nuestra."
Poema de Santa Teresita de Lisieux, del Niño Jesús y de la Santa Faz.
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Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma