Feliz Primer Domingo de Cuaresma.
“Cristo era tentado por el diablo y en Cristo eras tentado tú, porque Cristo tomó tu carne y te dio su salvación, tomó tu mortalidad y te dio su vida, tomó de ti las injurias y te dio los honores, y toma ahora tu tentación para darte la victoria.
Si fuimos tentados en Él, vencimos también al diablo en Él. ¿Te fijas en que Cristo es tentado y, sin embargo, no consideras su triunfo?”
(San Agustín).
Por tanto, Jesús nos da ejemplo en este inicio de la Cuaresma y nos enseña a tomar la iniciativa en nuestra lucha cristiana llena de esperanza.
Los más probados suelen ser los santos porque, como decía santa Teresa de Jesús, “sabe el traidor que alma que tenga con perseverancia oración, la tiene perdida”.
Jesús derrota siempre a satán. En la Cruz, deja a cada uno en su sitio, para la eternidad: el demonio y sus secuaces caen al abismo de la desesperación y la muerte, mientras que el Salvador y sus seguidores se alzan, redimidos en la Resurrección: ¡Cristo vence!
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