Mírame, oh mi amado y buen Jesús, postrado a los pies de tu divina presencia.
Te ruego y suplico con gran fervor de mi alma, te dignes grabar en mi corazón sentimientos vivísimos de fe,
esperanza y caridad, arrepentimiento sincero de mis pecados y propósito firme de nunca más ofenderte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma