Estando enferma, en la cercanía de una fiesta, Gertrudis expresó al Señor el deseo de un alivio para poder celebrarla. Sin embargo, se sometía sin reservas a su entera voluntad.
El Señor le dio esta respuesta: "Expresando tu deseo y sobretodo remitiéndote a mi voluntad, es cómo si me condujeras a un jardín de delicias, con canteros floridos y acogedores. Pero debes saber que si escucho tu deseo, para que puedas participar en la celebración, sería cómo si yo te siguiera al cantero de tu elección. Si al contrario, no te escucho y perseveras en la paciencia, es cómo si me siguieras al cantero de mi elección.
En el estado de deseo en medio del sufrimiento, encuentro más reconocimiento hacia mí que en el de una piedad cumplida.
Santa Gertrudis de Helfta (1256-1301)
monja benedictina
El Heraldo, Libro III, (Œuvres spirituelles, Cerf, 1968), trad. sc©evangelizo.org
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