HOY EL RETO DEL AMOR ES ORAR A JESÚS POR ESA PERSONA QUE TIENES EN EL CORAZÓN Y DEJAR QUE EL AMOR DEL SEÑOR EMPAPE TU CORAZÓN
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LLUVIA FINA
Ayer estuvo todo el día lloviendo. Me asomaba por la ventana y, sacando la mano, notaba una lluvia fina, muy suave, pero muy fina... mojaba, pero poco a poco. Por la tarde, cuando salí a la huerta, pude comprobar que, en el jardín, la tierra estaba empapada, que sí había calado la lluvia.
Me di cuenta de que la constancia de la lluvia fue lo que hizo empapar la tierra. A mí me gusta que llueva torrencialmente y lo empape todo en dos segundos, pero este agua no suele calar. La perseverancia de todo el día lloviendo hizo que empapase.
Cuántas veces quiero que las cosas sean al momento o, si no, muy rápidas... y el Señor tiene sus tiempos. Mirando a Jesús me daba cuenta de que su Amor es un Amor constante, no deja de amarnos en ningún momento. Él siempre está con nosotros, muchas veces sin hacer ruido, pero permanece y va calando en nuestra vida la certeza de Su presencia.
Un día tras otro nos muestra su Amor en la Eucaristía, en los hermanos, en los sacramentos, en la naturaleza... cada día su Amor está ahí. Nosotros a veces queremos lluvia torrencial, le buscamos en lo espectacular y Él está en lo sencillo, pero constante.
Así es el amor: ningún gesto cae al vacío. Si un día y otro vas apostando por el amor, llegará el día en que la tierra estará mojada.
Podemos pensar que no cala nada en una persona: todos los días le muestro que le amo, con gestos, con palabras, con mensajes... y da la sensación de que no cala. Pero no es verdad, el Señor nos pide que no dejemos de amar, que a su tiempo cosecharemos.
No te rindas, el mal quiere que tires la toalla, pero Jesús te da la mano para que sigas apostando por el amor, para que tu corazón no deje de amar.
Quizás ha llegado el momento de amar a esa persona en la oración, de orar por ella para que Cristo le abra el corazón y podáis volver a encontraros.
Pensamos al hablar de amor que es igual a acción, pero no: el amor es oración. ¿No crees que Jesús oraba por sus discípulos? Es donde primero los cuidaba.
Hoy el reto del amor es orar a Jesús por esa persona que tienes en el corazón y dejar que el Amor del Señor empape tu corazón. Apuesta por el Amor.
VIVE DE CRISTO
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