Vivo y, sin darme cuenta, no lo hago como Tú quisieras
y avanzo recubierto y disfrazado
de las nuevas lepras con las que el mundo me invade.
Algunas, te confieso Jesús, hasta las considero virtud
Deseo tanto, oh Señor, desprenderme
de todo aquello que me hace grande a los ojos del mundo
anhelo tanto, oh Señor,
curarme de aquello que me impide abrazarte
con todas las consecuencias.
Tú, Señor, Tú lo sabes todo.
SI quieres, Jesús, puedes limpiarme:
de la pereza que me paraliza
y me convierte en freno y obstáculo de tu Reino
Del relativismo que me tranquiliza, adormece
y me confunde al dar lo falso por verdadero
o a ver lo bueno como malo y lo noble como caduco
¡DESEO TANTO SEÑOR QUE ME LIMPIES!
Que te necesite, como el labriego pide el agua para sus campos Que te busque, como el montañero añora las cotas altas
Que te desee, como el niño apetece los brazos de su madre
Que confíe en Ti, sabiendo que Tú eres médico que nunca falla Ojala, Señor, en mi oración no siempre humilde
me presente ante Ti como lo que soy, y a veces olvido:
limosnero de la salud que me ofreces
pordiosero de tu amor gratuito y desinteresado
menesteroso de tus gracias y de tu aliento.
Tú, Señor, sabes cuánto…pero cuánto lo quiero
Tú, Señor, sabes cuánto….necesito de una limpieza a fondo
Y, si quieres Señor, porque sé que puedes
aleja de nosotros esta lepra del covid19
que nos hace estar distantes y sospechosos
ocultos y preocupados, sin sonrisas y sin rostros
Amén
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