¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito
vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios,
hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo
en que reposó y durmió dulcemente el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a
mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos
brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios,
hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sean una y mil veces benditas vuestras
hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios,
hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos
virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo
de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos
castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca
del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos
labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos besos en el Hijo de Dios,
hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen
María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua
angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho
hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
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