Cada hombre que viene al mundo pasa la vida en busca de intimidad.
Quiere encontrar un “lugar suyo”, un rincón de seguridad y de calor
humano.
Quien no encuentra la intimidad es un hombre partido, fallido, un
infeliz, alguien que no se siente a gusto en su propia piel.
Un niño debe encontrar una intimidad dulce y tierna junto al padre y a
la madre.
¿Comprendes la terrible responsabilidad de dos seres que transmiten la vida a un niño?
¿Comprendes la terrible responsabilidad de dos seres que transmiten la vida a un niño?
Un joven busca intimidad cerca de una muchacha y viceversa y los hombres
buscan la intimidad en el matrimonio o en la amistad.
El fundamento de toda intimidad se llama. ¡amor!. La falta de amor y el
egoísmo estorban toda intimidad y, poco a poco, hacen del hombre un “sin
techo”, un solitario, un ser gastado, siempre atareado y nunca satisfecho.
El drama de nuestro tiempo es que nosotros no sabemos ya ofrecemos los
unos a los otros en la intimidad. No podemos ya hospedarnos, darnos un “lugar
nuestro” porque hemos abandonado al “amor”; porque hemos abandonado la fuente
de todo amor: ¡Dios!
Nosotros mismos no estamos ya en la intimidad.
Phil Bosmans
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma