Limpiar el pasado

La mayor parte de las personas confunden disciplina, con ser ásperas con los demás.

Aunque muchos viene arrastrando una educación que no les permite demostrar sus emociones.

Otros recibieron rigidez en vez de amor, con la idea de que esa es la mejor manera de amar a los suyos.

Para que una persona pueda perdonar y comprender a los demás, debe primeramente perdonarse a sí mismo, y aceptar que como todos, se equivocó en algunas cuestiones que aún le andan dando vueltas en la cabeza y que no le permiten reconciliarse plenamente con los demás y consigo mismo.

Existe tanta amargura en su corazón que no le deja disfruta plenamente de los días siguientes en su vida.

Es triste encontrarse con una persona así, más cuando lo tenemos en casa, y a veces llegamos a creer que no son capaces de sentir amor.

Y es que el amor, es un estado de conciencia, en donde estamos convencidos que la mejor manera de vivir es llenar nuestros días de armonía y buena voluntad.

 
Estamos conscientes de nuestra responsabilidad en lo que hemos hecho, en lo que hacemos y en lo que haremos.

 
Si en tu juventud tomaste malas decisiones, no te amargues ni les amargues los días a los que tienen que vivir contigo.

Se bondadoso y convéncete que como todos, tú tienes derecho

a la misericordia y al perdón también.

Este caso, es como cuando sufrimos de una enfermedad y somos sanados, sabemos el nombre de la medicina o el método de curación, pero como personas somos diferentes, y a veces lo que le sirve a uno, no necesariamente es lo correcto para otro, puede serlo pero con variantes importantes de acuerdo a quien se le aplica.

Por eso mis queridos amigos, no podemos decirles a todos ama y estarás sano, porque a lo mejor no saben amar.

Primero hay que limpiar el pasado para que se acepte el presente

y se pueda soñar con el futuro .

Lo que si debemos hacer, es demostrar que hay una curación y un alivio para todos con el primer paso.

¡Siendo bondadosos con uno mismo!

Lo demás…lo demás vendrá por añadidura.

Sergio Pérez C