Cada cuenta del Santo Rosario es un beso
dado a Jesús por medio de María Santísima. Cristo nos compone la escalera del
cielo para llegar a la Puerta: Su Santísima Madre.
Reza el Santo Rosario con el corazón. Es un arma potente contra el enemigo de tu alma. El infierno tiembla cuando te oye recitar cada Avemaría.
Alegra el Corazón de tu Madre con esta santa devoción, la más completa, pues recorres junto a María la vida de Jesús, y esas escenas que María conservaba cuidadosamente en su corazón se hacen presentes y quedan al descubierto para tu santificación.
Medita con María la vida de Cristo y hallarás alivio, consuelo, paz, alegría, mansedumbre, virtudes. Ayudarás al prójimo eficazmente, y te será de ayuda para santificarte.
Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
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