Tan Único
y, a la vez tan distinto
como
Padre, Hijo y Espíritu Santo
pero,
sabiendo que el AMOR,
puede
interpretar tan gran secreto.
Eres el
Dios con nosotros y, todavía,
andamos
empeñados en caminar solos,
en creer y
vivir incomunicados,
en
amarnos, más a nosotros mismos,
que
disfrutar dándonos a los demás.
¡Quién te
descubriera, mi Dios!
Como
Alguien que no alcanzo a entender
pero, como
Alguien, que vive conmigo,
que se
ofrece en un misterio de Tres personas,
que habla
con la fuerza y la autoridad del Padre,
que ama
con las manos y el cuerpo del Hijo,
que quema
con el fuego del Espíritu Santo.
¡Quién te
descubriera, mi Dios!
Como Dios
verdadero, único e indiviso.
Como Dios
futuro,
pero
presente en nuestras tribulaciones.
Como Dios
familia, y llamándonos a la comunión.
Como Dios
que busca la unión, y no la dispersión.
¡Gracias,
Señor!
No eres un
Dios solitario.
No eres un
Dios
cerrado
.
No eres un
Dios independiente.
¡Gracias,
Señor!
Porque, en
tu intimidad,
sabes
desplegarte en tres personas tan distintas,
pero en un
mismo Dios verdadero.
¡Gracias,
Señor!
P. Javier
Leoz
Hola Magda, que la Santísima Trinidad esté siempre en ti ,un gran gran misterio de amor para que fortalezca tu fe.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es mi amiga...gracias!!! Un abrazo fuerte!!!
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