20-2-89
1611
Es Mi
Corazón, Fuente Viva de Amor Vivo.
Mi Amor, no se consume, sino que permanece Ardiente para aquellos que, verdaderamente quieren ver transformado su corazón.
Sed vosotros, hijos míos, los que vayáis en busca del gran cambio de vuestra vida.
Sólo por medio de esta Madre, puede la Luz, ser alcanzada.
Alabado sea Dios.
Hazlo conocer.
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina)
Mi Amor, no se consume, sino que permanece Ardiente para aquellos que, verdaderamente quieren ver transformado su corazón.
Sed vosotros, hijos míos, los que vayáis en busca del gran cambio de vuestra vida.
Sólo por medio de esta Madre, puede la Luz, ser alcanzada.
Alabado sea Dios.
Hazlo conocer.
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina)
Comentario:
¡Ay de quien
se confiesa sin arrepentimiento o sin propósito de enmienda, es decir, sin
tener intención sincera de cambiar de vida! Sería mejor no confesarse, antes
que confesarse mal.
Porque lo
que Dios mira es el corazón y quiere que en él haya sincero propósito de
enmendarse, de ser mejor, de ser más bueno.
Aquí la
Virgen lo dice, que debemos tener intención de cambiar radicalmente, aunque de
suyo luego sigamos siendo iguales, eso no quita que tengamos la obligación de
ir a la confesión sacramental con un corazón dispuesto a todo, dispuesto al
cambio radical, y a aceptar lo que nos sugiera el confesor para nuestro bien.
Revisemos
cómo están siendo nuestras confesiones, porque tal vez por rutina no estemos
aprovechando este recurso que nos da el Cielo, y lo estemos minusvalorando o,
tal vez -¡Dios no lo permita!- incluso recibiéndolo sacrílegamente.
De Dios no
se ríe nadie impunemente, y a Dios no se le engaña. Miremos bien cómo vamos a
confesarnos, porque si vamos por rutina y sin propósito serio de cambiar de vida,
de renunciar al pecado para siempre, de romper con él definitivamente, entonces
estamos errando el camino, y convertimos la confesión sacramental de medio de
salvación en medio de condenación.
No hay que
dar las cosas santas a los cerdos ni a los perros, y si no estamos bien
dispuestos para la confesión, mejor será que no vayamos a confesarnos. Porque
hay que saber que Dios resiste a los soberbios y ama a los humildes. ¿Qué clase
de humildad es aquella que va hacia la confesión poniendo condiciones y sin
dolor de los pecados?
Tratemos
con amor, pero también con respeto a Dios y las cosas de Dios, porque son cosas
santas que no se deben manosear.
El papa Francisco, confesándose!!!...si él lo hace por qué nosotros no!?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma