Porque no somos los mortales capaces
de ensalzar la gloria divina,
vinieron en nuestro auxilio los ángeles
para consolar nuestra desdicha.
de ensalzar la gloria divina,
vinieron en nuestro auxilio los ángeles
para consolar nuestra desdicha.
La fuente de su oración: ver a Dios cara a cara.
No rezan con los labios, sino con el alma;
no les mueve el corazón, sino el espíritu;
sus oraciones, al divino corazón alcanzan.
Fueron sus voces las que hicieron justicia
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
e hicieron de los salmos un trisagio
que honra a la Trinidad Santísima.
Y cada loa a Dios se triplicaba
para que cada Persona fuera alcanzada.
Tres flechas de amor,
pero una sola diana.
Si alcanzar el Cielo es nuestra meta,
esta oración a ella nos acerca,
pues amante que invoca lo amado
siente siempre estar a su lado.
Ángeles de Dios, si nos faltara el amor
poned en nuestros labios esta oración;
así, alma y corazón se verán a salvo
al escuchar este seráfico “Santo, Santo, Santo”.
No rezan con los labios, sino con el alma;
no les mueve el corazón, sino el espíritu;
sus oraciones, al divino corazón alcanzan.
Fueron sus voces las que hicieron justicia
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
e hicieron de los salmos un trisagio
que honra a la Trinidad Santísima.
Y cada loa a Dios se triplicaba
para que cada Persona fuera alcanzada.
Tres flechas de amor,
pero una sola diana.
Si alcanzar el Cielo es nuestra meta,
esta oración a ella nos acerca,
pues amante que invoca lo amado
siente siempre estar a su lado.
Ángeles de Dios, si nos faltara el amor
poned en nuestros labios esta oración;
así, alma y corazón se verán a salvo
al escuchar este seráfico “Santo, Santo, Santo”.
Abel De Miguel Sáenz
Madrid, España
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