José, además de ser carpintero, también era capaz de hacer otras cosas, sacaba de apuros a muchos, sin duda, con un trabajo bien acabado. Hoy, mi ocupación estará orientada hacia el servicio, para hacer agradable la vida a las familias que me rodean, acompañando mi trabajo de una sonrisa, de una palabra amable, que devuelvan la fe y la alegría.
San José sé nuestro abogado e intercesor en el cielo
San José, una luz en medio del mundo
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