Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ATACANDO A UN SANTO
¡¡Hoy es la fiesta de santo Tomás de Aquino!! Hace poco, leyendo una biografía sobre él, me enteré de una anécdota que me impresionó un montón.
Resulta que, cuando Tomás dijo que quería entrar de dominico, en su casa la noticia sentó fatal. Sus motivos tenían: la Orden de Predicadores llevaba solo unos años en marcha, “y Dios sabe cómo acabarán esas innovaciones”.
Se tomaron muy en serio quitarle la idea de la cabeza. Probaron con mil artimañas, pero la que yo no conocía es la siguiente:
Tomás estaba encerrado. Su madre llamó a una de sus hijas (la que era la hermana predilecta de nuestro santo) y le mandó que fuese a hablar con el joven para hacerle ver que aquello era una locura.
Y allá que fue la muchacha, dispuesta a cumplir las órdenes. Los dos hermanos estuvieron hablando mucho tiempo, mientras la señora de Aquino aguardaba impaciente. Por fin vio salir a su hija...
-¿Qué tal ha ido?
-Extraordinario -respondió la joven, con una sonrisa.
-¿Le has convencido? -preguntó la madre, ansiosa.
-No.
-¿¿No?? ¿Y entonces qué ha sido tan extraordinario?
-Mamá, es que... hablando con Tomás, lo he visto claro: quiero ser monja.
Desde luego que era muy peligroso entrar a debates con el que iba a ser el gran teólogo de la Iglesia...
¡Y creo que ahí está la clave! Para Tomás, Jesucristo no era un montón de ideas o conceptos: era una Persona viva, alguien a quien se puede conocer, con quien se puede tratar... alguien a quien se puede amar.
Lo que vio la hermana de Tomás fue un corazón enamorado del Señor. Y supo que no podría encontrar un amor como ese en otro lugar. No fueron las palabras de Tomás lo que la cambiaron. Fue su corazón.
Al hacerse uno de nosotros, Cristo comenzó a amar como hombre, con sentimientos, con afecto, ¡como tú y como yo! Y su amor es para siempre. Infinito. Incondicional. Eterno.
El suyo es un amor real capaz de transformarte. Y, si el fuego de Su amor enciende tu interior, ¡iluminará a los que tienes a tu lado! Porque todo el mundo nota cuando está junto a una persona que se siente amada tal y como es... ¡y amada hasta el extremo!
Hoy el reto del amor es predicar... ¡sin palabras! Te invito a que, en tu oración, le pidas al Señor creer que ese amor tan inmenso que tiene en Su corazón, es para ti. Descubre lo valioso que eres para él, ¡y disfruta del día! Con Cristo a tu lado, luce tu mejor sonrisa o haz un favor. Recuerda que las palabras pueden convencer... ¡pero el ejemplo arrastra! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma